Charamuscas y Trompadas

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EL BALCÓN DEL PALACIO. Aún  cuando parecía que las aguas en el palacio de las Enredaderas  estaban tranquilas y mansas, después de que los despidos se habrían ejecutado a finales de año y los más difíciles a principios de enero, resulta que llegó otro mini tsunami para llevarse, nada menos que al director de Administración del Congreso, Omar Mares Crespo. 

La noticia dejó en claro que algo de verdad había en los chismes de pasillo de la Cámara de Diputados, que decían que la relación estaba tensa no con uno que otro legislador, sino con la mayoría de los diputados, valga la redundancia, de la mayoría panista, que son los que ponen y disponen de áreas tan importantes como esta. 

El que se instala en el cargo: Juan Caudillo Rodríguez, tiene experiencia probada y lo que son las cosas de la vida, fue el que le entregó a éste que se va. De hecho, hizo un gran trabajo en su gestión anterior y a pesar de ello cuando llegaron los nuevos señores del Palacio, le dieron las gracias, pero hoy regresa. 

No es el único porque en la lista de los retornos, está también Carolina Medina, quien fue algo así como la particular del diputado Éctor (sin H) Ramírez Barba, ahora diputado federal  y alguno que otro de aquél equipo. 

Pero así como hubo buenos elementos en la pasada legislatura también había malos, ojalá que no regresen a todos, porque seguro la nave comenzaría a hacer agua. 

Otros, a los que se les acabó al contrato fueron a los del comedor del Palacio, cuyo personal es de la franquicia El Chahuistle, bajo el mando de Verónica Videgaray Hernández,  que se regresan a sus restaurantes en el  sur y en el centro de la capital, donde seguirán haciendo lo que más les gusta que es la atención al público. 

IBARGÜENGOITIANAS. Lo que son las cosas, hay algunos que la veda  impuesta por la llamada consulta de Revocación de Mandato,  que entró en vigencia el 4 de marzo y que se va a prolongar hasta el 10 de abril, les va a pesar más que la losa que tuvo que cargar Juan José de los Reyes, el Pípila, para incendiar la puerta de la Alhóndiga y entraran los insurgentes a tomar la plaza. 

Pues sí, tan acostumbrados están al reflector que  algunos de los políticos de veras sufrirán la indiferencia de las cámaras y micrófonos, aun y sin la compensación que se establece cuando son campañas políticas, porque ellos son los protagonistas. 

Ahora sin campaña y sin el alimento de los monumentales egos que han edificado con tanto esfuerzo que tendrán que enfocar su atención en otras actividades, menos lucrativas y más productivas. 

Y MIENTRAS TANTO EN EL ATENAS DE POR ACÁ. Felicidades al cumpleañero, este sábado 5 de febrero, cumple 82 años el monumento al Pípila, esa enorme escultura de hombre de pie recargado en un murete, que sostiene  en la mano derecha algo que representa la tea ardiendo, y a punto de encender la puerta de una imaginaria Alhóndiga de Granaditas. 

Independientemente de que aún se discute si fue real la hazaña de este personaje, la escultura que realizó Juan Fernando Olaguíbel Rosenzweig,  el mismo que hizo la Diana Cazadora en la Ciudad de México,  se ha convertido en un ícono de la ciudad, que observa con desdén los tinacos en las azoteas desde algún costado del cerro de San Miguel.