Guanajuato, Gto. El procurador de los Derechos Humanos en Guanajuato, Vicente Esqueda Méndez, reconoció que una de las principales quejas que externan los reclusos es el maltrato que sufren de sus cuidadores.
Pese a que se ha reconocido que las cárceles estatales y federales en la entidad no tienen espacio para más detenidos, y eso genera un hacinamiento de reos, son pocas las quejas que se interponen en la procuraduría para atender el tema.
Por ello dijo que una de las medidas que ayudan a mitigar ese problema es el traslado de presos, aunque reconoció que se tienen que buscar más opciones para que los internos estén en condiciones dignas en cuanto a los espacios, y eso permita realizar adecuadamente el trabajo de readaptación.
Sobre las propuestas para que ya no haya hacinamientos, Vicente Esqueda dijo que como procuraduría de los Derechos Humanos no pueden actuar u opinar sino hay una queja de por medio, sin embargo, comentó que una de las mejores opciones sería la ampliación de cárceles.
Agregó que ese proyecto tiene que ir de la mano de un análisis para conocer por cuánto tiempo se solucionaría esa problemática ya que, si continúa la detención de personas, los espacios seguirán siendo insuficientes.
“Hay que hacer una revisión integral y adoptar la estrategia que sea más adecuada para mediano y largo alcance y no para un determinado momento”.
Aunque no dio cifras, el ombudsperson insistió que son pocas las quejas que recibe la procuraduría a su cargo por falta de espacio en las penitenciarías, pues hay más quejas sobre los tratos que dan los custodios a los reos.
De acuerdo a la última actualización del Cuaderno de Información Estadística Penitenciaria Nacional, que elabora la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, al cierre de diciembre de 2021, había siete mil 244 personas presas en Guanajuato, cuando sus cárceles tienen capacidad para sólo seis mil 043 internos, es decir, hay una sobrepoblación del 19.9 por ciento.
