Desde el Faro

CRIMEN Y OLVIDO

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La noche triste del martes 19 de julio ocurrió el crimen, días después, los reporteros exigieron justicia frente a las oficinas de la Fiscalía General de Guanajuato; casi 2 semanas más tarde, hasta en los medios de comunicación hay silencio.

Un boletín oscuro, difícil de entender, fue la respuesta de la autoridad; también hubo abrazos para la viuda y la promesa de que se haría justicia, después, silencio absoluto.

Hay evidencias de que al camarógrafo Enrique Sosa lo mataron en forma brutal, con saña, mientras se ganaba unos cuantos pesos más en un estacionamiento ubicado en León; su “pecado” fue pedir la cuota de 40 pesos al conductor de una camioneta, quien como respuesta lo empujó y embistió con el vehículo en 2 ocasiones. Murió aplastado.

A Enrique no le alcanzaba el dinero que cobraba como trabajador jubilado, por ello, aceptó laborar en el estacionamiento y obtener dinero extra; su situación era tan precaria que junto con su esposa, vivía en un cuarto anexo que el dueño del lugar le facilitaba. Su condición de pobreza no ha sido suficiente para motivar a las autoridades a cumplir con el ofrecimiento de hacer justicia.

A lo largo de 30 años de trabajo, y por su buen humor, Enrique Sosa logró hacer amistad con funcionarios y políticos como: Juan Aguilera Cid, el director general de TV 4, la televisora pública donde trabajó todo el tiempo; incluso, Vicente Fox Quesada lo conoció y disfrutó de su alegría durante las entrevistas que cada domingo los reporteros realizaban al entonces presidente de la República en su casa ubicada en el rancho San Cristóbal. Esto, tampoco ha servido para mover la sensibilidad de quienes ponen en práctica la ley.

El tiempo pasa, el crimen se olvida y crece la impunidad.

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PD.- De nueva cuenta se agradece la colaboración fotográfica de Gerardo García.