La biología obligará a redefinir el Derecho, sostiene Gerardo Laveaga durante la presentación de su libro en la UG

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Guanajuato, Gto.- El Campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato (UG), a través de la División de Derecho, Política y Gobierno (DDPG), presentó ante docentes y estudiantes, el libro “Leyes, neuronas y hormonas. ¿Por qué la biología nos obliga a redefinir el Derecho?”, de la autoría del Dr. Gerardo Laveaga. 

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De acuerdo al comunicado de prensa, fungió como moderadora de la presentación, la Dra. Teresita de Jesús Rendón Huerta Barrera, Rectora del Campus Guanajuato, quien agradeció al famoso escritor y jurista, su presencia y comentarios sobre su nuevo libro.  

El Dr. Laveaga es un reconocido escritor, periodista y estudioso de las disciplinas jurídicas. Es egresado de la Escuela Libre de Derecho, realizó estudios de posgrado en la Universidad de Londres, en Reino Unido; en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ha impartido clases en la Universidad La Salle, la Universidad Iberoamericana y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). 

Asimismo, durante 14 años fue Director general del Instituto Nacional de Ciencias Penales y, actualmente, se desempeña como Coordinador de la Comisión de Ciencia y Cultura de la Barra Mexicana del Colegio de Abogados. 

Sobre “Leyes, neuronas y hormonas”, la Dra. Rendón Huerta Barrera, expuso que en sus páginas se encuentra una temática tan vigente como es el futuro del Derecho, ahora que las ciencias nos confirman que somos máquinas biológicas y que nuestra conducta personal no obedece tanto a las leyes sino a las neuronas y hormonas, como lo afirma el autor. 

La fascinación que ejercen los factores biológicos tiene siglos de antigüedad, dijo, tal y como los experimentos de los Galvanistas en 1818, inspiraron a Mary Shelley para escribir su libro “Frankenstein o el moderno Prometeo”, o los mapeos cerebrales de criminales en el siglo XIX, cuando los criminólogos afirmaban que podían medirse las protuberancias del cráneo para predecir rasgos de personalidad. 

Ya en el siglo XX numerosos estudios interdisciplinarios analizaron la influencia biológica en múltiples áreas del conocimiento y, en este libro de siete capítulos, se presenta un impresionante aparato crítico que respalda los argumentos del autor. 

La temática es reflejo de varios años de experiencia personal del autor, explicó, cuyas aportaciones generarán nuevas visiones y polémicas, porque como el quehacer académico enseña, no hay verdades únicas, y el arte de construir el saber nace del disenso y la capacidad de desplegar nuevos argumentos. 

Por su parte el autor reveló que este libro es producto de su “desencanto absoluto por el Derecho”, pues fue durante 14 años Director del Instituto Nacional de Ciencias Penales, intentó políticas públicas, reformas legales, reformas constitucionales y, hasta ahora, no se ha podido mejorar nada, y si se reflexiona qué está fallando, la respuesta es que la solución no está ahí.  

Se hacen reformas, se implementan políticas públicas a ver si con eso disminuye el delito, y no funciona, expuso, y es que el Derecho es una soberbia narrativa que da un relato de derechos y obligaciones de convivencia que ayudan a entender la sociedad, pero, en su opinión, no es la solución para evitar conductas delictivas.  

Explicó que la lucha contra las drogas, por ejemplo, no se terminará aumentando las penas, poniendo más soldados, endureciendo las leyes, sino entendiendo y explorando la realidad biológica de que hay seres humanos incapaces de generar dopamina de manera natural, y necesitan para ello la heroína y cocaína. 

Se necesita entender que la serotonina les falta a todos los suicidas, dijo; o que la oxitocina, sustancia que genera apego y que tenemos los seres humanos, es destruida por el cortisol, el cual generamos cuando vivimos en constante tensión. Entonces, personas que viven en situaciones adversas, destruyen su capacidad de generar oxitocina y no logran generar apegos. 

El medio ambiente también cuenta y factores sociales, agregó, pero no se puede diseñar una política pública eficaz, si no se toma en cuenta la biología y los grandes cambios que la gente atribuye a otros factores.  

También comentaron el libro el Mtro. Juan Antonio Rodríguez Corona, profesor de la DDPG y la Lcda. Ivone Azucena Zavala Soto, estudiante de la Maestría en Justicia Constitucional. En la presentación del libro, realizada en el Salón de Actos, también estuvo presente el Dr. Leandro Eduardo Astraín Bañuelos, Director del Departamento de Derecho, e integrantes de la comunidad universitaria.