Desde el Faro

Voluntad Celayense

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Celaya vuelve a tener espacio en los periódicos, la violencia parece no tener fin, pero no toda la vida en esa región son asesinatos, asaltos o impotencia ante la inercia de las autoridades, también la sociedad responde con los medios que tiene a su alcance.

Desde hace un mes, en Allende 116, zona centro, funciona la Casa de la Guitarra Popular, ahí se ha reunido el esfuerzo de empresarios, comerciantes del mercado, vecinos del barrio, que desean transformar el entorno, alcanzar una realidad distinta; para ellos, la música es la mejor herramienta.

En tan solo 4 semanas han atraído la atención de 100 alumnos que reciben clases de canto y guitarra; también existe un taller de laudería, donde un maestro proveniente de Paracho, Michoacán, ofrece sus experiencias, se trata, en este último caso, de que las personas interesadas aprendan el oficio de reparar instrumentos musicales.

Toda la enseñanza es gratuita, solo es necesario tener deseos de aprender.

Como en toda actividad humana que trasciende, existe un líder, alrededor de él se mueve este nuevo proyecto, se llama Dagoberto Serrano. Hace medio año, luego de haberse jubilado como director de Arte y Cultura del municipio, reflexionó sobre su futuro, no lo pensó mucho; promover la música sería su destino; platicó con sus amigos sobre la idea y encontró el apoyo de muchos de ellos

Motivados por el interés de ayudar, el grupo encontró una casa en renta, la acondicionaron, se dividieron los gastos; el dueño de una farmacia donó los muebles; el de una tienda de abarrotes, los implementos y productos de limpieza. Así, fue sumándose la voluntad celayense.

REFLEXION

La presencia del entusiasta promotor cultural nos hace recordar el pensamiento de un filósofo alemán quien sostiene que en la vida, el individuo es al mismo tiempo, artista y obra de arte; es creador de sí mismo.