Guanajuato, Gto.- Karla Álvarez Rivera y Pamela Montiel Carrillo estudiantes de la licenciatura en Química, presentaron en Colombia su proyecto: Membranas de Polixilosano y Organoarcilla para la remoción de cromo VI en solución acuosa, en el contexto del IV Workshop on Adsorption, Catalysis and Porous Materials, realizado en la Universidad de los Andes en Bogotá.
De acuerdo al comunicado de prensa, las estudiantes desarrollaron este proyecto en conjunto con Araceli Jacobo Azuara, Guillermo González Guerra, Diana Rocha Amador y Rebeca Rodríguez Pérez.
«Uno de los principales enfoques que tiene este proyecto es contribuir a eliminar en gran medida estos metales pesados presentes en el agua. Nosotros en el proyecto nos enfocamos en el Cromo hexavalente debido a su toxicidad y porque es dañino para la salud, incluso se ha visto es cancerígeno», dijo Pamela Montiel sobre este proyecto, inspirado en un primer momento para combatir la grave problemática de contaminación de agua en Guanajuato, causada por la alta presencia de industria en la zona.
Por otro lado, las estudiantes también hablaron sobre la gran experiencia que significó para ellas ir a otra parte del continente a compartir sus conocimientos, particularmente Karla Álvarez Rivera quien dijo: «encontrar el por qué de algo siempre ha sido una motivación muy grande para mí y poder yo compartirle al resto de las personas y que mejor que en un congreso internacional en donde hay muchas personas en el que podemos compartir ideas para añadir a nuestro proyecto, para nosotros añadir a los proyectos de los demás también es muy gratificante».
Las estudiantes trabajaron en el Laboratorio de Nanoestructuras Avanzadas, de la mano de la Dra. Araceli Jacobo Azuara y del Dr. Guillermo González Guerra, del Departamento de Química, quienes comentaron que fue gratificante ver como desarrollaban su proyecto, ya que mostraban curiosidad, entusiasmo y sentido de investigación, a la par de que lograban sortear algunos retos como administrar sus tiempos, ya que fue un proyecto que requería un tiempo considerable de dedicación, y había que conjuntarlo con las clases. Aún así, las largas jornadas en el laboratorio y de sacrificio de tiempos libres, valieron la pena, al haber llegado hasta Colombia.
Finalmente, agradecieron a la UG por todo el espacio brindado, desde el desarrollo del proyecto hasta el transporte y estancia en Colombia, lo cual no era lo común de otras instituciones educativas, así como a la maestra y el personal del laboratorio de Nanoestructuras Avanzadas, además de que invitaron a otros estudiantes a aprovechar este tipo de oportunidades, que se logran a través de la constancia y del trabajo arduo.
