Histomagia

Yoda, mi gata protectora

Compartir

Gracias Yoda.

Las maneras en que el mal se manifiesta son extrañas. Siempre he creído que el bien es lo que permite que la humanidad esté presente en este evolucionar día a día, pero precisamente en el ser humanos está la otra parte, el mal.

Recientemente una de mis gatas estuvo enferma. Duró bastante tiempo enferma. La veterinaria agotó todos los posibles antibióticos y medicamentos que podrían haberla curado y nada, no hubo mejoría. Llegó el momento en que tuvimos que decidir si la quitábamos de su sufrimiento y así fue. Mi gata, Yoda, se fue al cielo de los gatos, en verdad por fin descansando de su lenta agonía.

Yoda fue una gata rescatada de una clínica veterinaria del centro junto a su hermana Motorola (llamada así por su ronroneo tan fuerte que se escuchaba en toda la casa, por cierto, tuvo el infortunio de encontrarse con un vecino y su auto, ese hombre odia a los animales y se subió a la banqueta de mi casa a ultimarla. El mal existe, les digo).

Pues bien, Yoda se quedó sin su hermana, y se enfocó a dormir con el Alex, mi hijo. Yoda y Motorola conocieron el mar, la Playa de Villa Rica, ahí donde desembarcaron los primeros españoles. Ellas dieron su respectiva opinión, usando el arenero natural que el lugar les ofrecía. En fin.

El asunto es que Yoda se hizo uno con Alex quien tuvo sus contratiempos propios de la edad el año pasado, amigos, posibles novias, una o dos fiestas, muy buen desempeño académico, las cosas que están presentes en la vida de todo joven. Pero, siempre hay un pero, no somos monedita de oro y pues, sin querer, se van recolectando jóvenes odios, envidias y desamores de los que no sabemos cuidarnos.  Y ahí es que mi gata Yoda, se hizo presente en todos estos procesos. Ella dormía con Alex, estaba con él viendo TV, en el jardín, en todo lugar. Siempre esperándolo para recibirlo con gran amor, muy diferente a los demás gatos que tenemos.

Así Yoda de repente enfermó, la llevamos al veterinario, le dimos sus medicinas y tuvo una gran mejora. Pero a los días, volvió a enfermar, esperamos un tiempo a que su sistema desechara los medicamentos, así estuvimos en un ir y venir casi un año, hasta el momento en que ya no era humano prolongar su sufrimiento, así que antier decidimos dormirla, que descansara por fin de tanto malestar.

Yo, como rescatista y dueña de mis mascotas, he estado presente en algunas eutanasias, pero esta, la de Yoda, nos sorprendió a mí y a la veterinaria. Esa tarde, estuvimos ambas despidiéndonos de Yoda, la doctora es mi vecina y la conozco desde que ella era una niña, vi su crecimiento como profesional, desarrollar su ética intachable y sentido humano con los animales que me hacen admirarla y en verdad reconocer su sentido de solidaridad conmigo, así que, como dije, nos despedimos de Yoda, y el procedimiento inició. De hecho, el mismo dura poco tiempo, pero de repente Yoda comenzó a mover sus patas como si caminara, yo le dije que sí, que fuera al cielo de los gatitos, pero ya sin el corazón latiendo, fue entonces que ambas, yo y la doctora, nos extrañamos que comenzara a moverse, estertores de la muerte, ambas pensamos, pero no, no era así, la doctora le inyectó aún más medicamento, pero no nada funcionó, sorprendidas de lo que pasaba ambas por turnos hablábamos con ella, que ya se fuera en paz…sus movimientos seguían ya sin su corazón latiendo, hasta que en un momento, comencé a acariciarla y decirle que Alex estaría bien, que se fuera que yo lo cuidaría como ella lo cuidó, al escuchar eso la gata se calmó un poco pero no totalmente, le pregunte a la doctora si tenía agua bendita, ella fue por el agua, se mojó sus dedos y le hizo a Yoda una cruz en su frente, la gatita se calmó, pero de repente sus movimientos siguieron aún más fuertes, le pido a la veterinaria que me diera agua en las manos y hablándole asegurándole que cuidaría a Alex le hice en cada pata una cruz de agua bendita, en su pancita otra cruz, en su nuca, en sus orejas más cruces, rezando sin parar un padre nuestro, la doctora asustada me repetía que nunca había visto un caso así, que era increíble, seguí rezando, e insistiéndole a Yoda que yo cuidaría a Alex como ella lo hizo, y fue así que el movimiento paró, Yoda descansó, se decidió a ir por la promesa de cuidar a su amo, Alex. Desconcertadas nos quedamos en silencio unos momentos, de repente la doctora me dijo que fuera a preparar la tumba y que por favor le pusiera una estampita de un santito a Yoda para que lo acompañara. Así lo hice.  

Regresé a casa para cavar la tumba, dispuse cal y mi esposo cavó con pico y pala, ya estaba anocheciendo y el viento se hacía cada vez más fuerte, no nos dejaba cavar, por fin quedó el lecho final. Fui por Yoda, la colocamos en su lugar, le pusimos cal y su estampa del Señor de Villaseca, la cubrimos con tierra y nos pusimos a orar y pedir por su eterno descanso, así, como cada muerte de mis mascotas hemos hecho, pero esta vez, ella estaba mojada con agua bendita y su estampita para que la cuide de la malocha que estoy segura le enviaron a mi hijo, pero que ella, Yoda, la recibió. Pedimos al final: “por su descanso eterno en la misericordia de Dios” tal como se menciona en los exorcismos, por la salvación de su alma, agradeciéndole infinitamente a Yoda sus cuidados para con mi hijo.

Es bien sabido que los gatos perciben las cosas que no vemos, y que, como decía mi abuela Doña Refugio, los animales y plantas mueren por protegerte, son tus familiares, tus cuidadores, tus bendiciones. Por eso recordemos que aquellas envidias oscuras, energías negativas de una persona, se manifiestan en olores, sonidos, visiones, figuras oscuras, objetos que se mueven, que recaen en esos familiares que nos defienden hasta la muerte, hasta su muerte.

Yoda defendió a Alex en ese mundo espiritual, sé que eso provino de una mala mujer, y espero que el sufrimiento que Yoda recibió para que mi hijo no lo recibiera, ella lo reciba así y tal como ella misma lo envió, el universo es de equilibrios, que se mantenga entonces. Lo tienes ya X. V., es tuyo, recíbelo para siempre y acúnalo eternamente en tu boca para que sientas el dolor que enviaste y que Yoda sintió, lo tienes, lo tienes, lo tienes. Sabes de qué hablo.

Y tú, caminante del mundo, ¿quieres conocer la tumba de Yoda? Ven, lee y anda Guanajuato.