El espacio de Escipion

Los riesgos y los demonios sueltos del 2024

Compartir

+ Xóchitl, el naufragio

+ Las alcaldías de la CDMX, la otra batalla

Estamos a días de cerrar el 2023; a nueve meses del relevo en la presidencia de la República y  a semanas de arrancar formalmente las campañas electorales por los más de 629 cargos de elección popular federales, además de una jefatura de gobierno, ocho gubernaturas, renovación de 31 congresos locales, 1,580 ayuntamientos, 16 alcaldías y 24 Juntas municipales.

Y aunque el ambiente se niegue y se diga que todo está bajo control, hay elementos que nos recuerdan el difícil tránsito de 1993 y 1994, cuando sorprendieron una ola de asesinatos de alto impacto (el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu) así como la irrupción del EZLN en Chiapas. Carlos Salinas gozaba de alta popularidad y no faltaban coristas que le pedían su reelección, al considerar que su gobierno había llevado a México a la modernidad. Pero no fue así y aún el juicio histórico no se ha cerrado.

La actual circunstancia que vivimos es que urge una Secretaría de Gobernación fuerte, consolidada y con el liderazgo capaz de contener los demonios que andan sueltos, como se dijera en aquel trágico 1994.

Por ello, conviene que se analicen los riesgos políticos a que estaremos expuestos como país el próximo año; analizarlos y sopesarlos en su justa dimensión para que nadie se diga sorprendido.

Los riesgos suelen ser eventos a los que nos exponemos en función de una tendencia ya marcada, algún hecho imprevisto (azar y causalidad) o la explosión de algún factor que parecía ajeno a nuestro contexto. En el caso de los riesgos políticos, éstos son eventos que detonan y alteran un escenario y desatan conjeturas,  nuevas hipótesis y las amenazas pueden escalar a crisis, en muchos casos irreversibles para contenerla.

En este ejercicio hablaremos de los factores internos (endógenos) y los externos (exógenos) que se han venido cultivando lentamente y que podrían estallar si no se toman las previsiones necesarias. Veamos:

Endógenos:

  • El crimen organizado: compuesto por grupos criminales que han venido escalando la violencia no sólo contra la población sino contra la clase política, llámense dirigentes políticos, candidatos o funcionarios públicos. Los hechos recientes en el Estado de México (Texcaltitlán), Guerrero (Acapulco, Chilpancingo), Guanajuato (Salvatierra), Chiapas (Comalapa) y Michoacán (Tierra Caliente), representan la principal amenaza que inhibe o promueve ciertas agendas. Lo advertimos: los cárteles del narcotráfico también jugarán en esta elección. De 2020 a la fecha van 102 asesinatos de políticos y casi 1,100 atentados o actos de amedrentamiento.
  • La ultraderecha y los loquitos solitarios, ante su desesperación y falta de victorias, que nunca lograron cuajar, desde la creación del FRENAA, no dudamos que quieran recurrir a cualquier estrategia de desestabilización y tratar de enturbiar las aguas en el próximo año electoral. No son gratuitos los lanzamientos propagandísticos que vienen desde el Bajío y desde el Ajusco para tratar de imponer una polarización entre las buenas consciencias y los pecadores afines a la 4T.
  • Los concesionarios de la radio y la TV y empresarios de los grandes medios, que si bien han querido manejarse institucionalmente, siguen moviéndose de acuerdo con sus propios intereses, tratando de vender cara su endeble lealtad y en búsqueda de recuperar privilegios. Los monitoreos que se han ido realizado en días recientes muestran sesgos constantes para inflar a los aspirantes más afines a sus intereses.
  • Los conversos radicales de la 4T anti institucionales, los cuales cada vez son más, pero en su afán de quedabién con el régimen ocupan posiciones intransigentes y de falso radicalismo que enturbia las negociaciones y acuerdos democráticos. Ahora sí que habrá muchos “tontos con iniciativa” tratando de “ayudar” al partido y a sus candidatos.
  • Los árbitros de la elección en conflicto, primero con la crisis en el Tribunal Electoral del Poder Judicial, que aparentemente se concluyó la unción Mónica Soto como presidenta, y ahora el INE, donde la disputa por la Secretaría Ejecutiva ya provocó confrontaciones inauditas y la renuncia del responsable del Programa de Resultados Preliminares (PREP). Rumbo al proceso electoral más grande de la historia nacional, los órganos electorales no pueden echar por tierra las décadas de lucha por un sistema electoral tan complejo y tan construido a golpes de desconfianza porque los actores partidistas simplemente no son capaces de respetar las propias leyes y reglas que ellos empujaron.

Ahora los factores externos, muchos de los cuales podrían impactar tarde que temprano:

Exógenos

  • Las guerras y la titubeante diplomacia de la 4T: el mundo sigue convulsionado por los conflictos bélicos de Rusia y Ucrania, de Israel y Gaza, guerras civiles en Libia, Sudán, Etiopía y Myanmar, además de la amenaza de Venezuela de Nicolás Maduro de apropiarse de Guyana. Claro, todo enmarcado en la disputa por un nuevo orden mundial donde lo bélico, lo económico, lo religioso y lo ideológico exige atención y concentración para no equivocar las señales.

Citado por la embajadora Martha Bárcena en su reciente columna: “Tras años de disminución de los conflictos internos e internacionales, 2023 fue uno de los más sangrientos y con mayor número de víctimas. Según el 17º Índice de Paz Global, publicado por el Instituto de Economía y Paz en junio de 2023, hubo un incremento. De junio de 2022 a 2023, hubo 238,000muertos. Este año se incrementarán”.

  • Migración: la mayor crisis humanitaria en la región no cesará y entre más se endurezcan los Estados Unidos, nuestro país más resentirá los flujos de personas que vienen no sólo de centro y Sudamérica sino de otros continentes, con el consabido riesgo de que sean utilizados como potenciales votantes.  Las decisiones unilaterales del gobierno de Texas
  • Inflación: el tema económico que parece controlado, en realidad ha generado mala expectativa, pues se podrían superar el casi 30 por ciento acumulado en los últimos cinco años. El impacto al poder adquisitivo frente al aumento del salario mínimo
  • Los republicanos y Donald Trump: sin duda serán la principal amenaza del próximo año en las relaciones México-Estados Unidos, dado el antimexicanismo de años anteriores en aumento. Por lo pronto, nuestro país es tema central en la agenda pública de los debates políticos de nuestro vecino del norte y algunos de sus grupos de interés harán lo posible también por incidir o inclinar la balanza en el proceso federal del 2024.
  • Las derechas internacionales contra los gobiernos de corte progresista, teniendo a Javier Milei y otros dirigentes como puntas de lanza para revertir la otrora marea rosa de las izquierdas latinoamericanas. Sí, los ejes democristianos, neofascistas y “libertarios” (anarco liberales, se autodescriben) tendrán mucha actividad en nuestro país y quizá algunos simpatizantes que le hagan el juego.

Un año complicado, sin duda, porque es la primera prueba de alternancia que enfrentan los partidos emanados de las izquierdas electoreras, a pesar de que el actual régimen fue cuidadoso de no mover el modelo económico imperante (sin una reforma fiscal integral), mantener los beneficios de los países aliados (EEUU y Canadá), fortalecer el acuerdo con los militares (incluso muy por arriba de los regímenes anteriores) y sostener alianzas con todo el espectro ideológico de centro-derechas. Pero la disputa va en serio y los poderes fácticos querrán meter la mano, a pesar de la mala campaña de la oposición.

+ Xóchitl, el naufragio… Es de dominio público que la campaña no prende, no genera ninguna pasión y la espontaneidad y sorpresa que generó la IA aplicada en su destape ya dio de sí. Aún así, sendos espacios siguen abriéndosele aunque no diga nada nuevo. O da un golpe de mano o si caída se llevará también a quienes la promovieron a esta aventura  

+ Las alcaldías de la CDMX, la otra batalla… Siguen las filtraciones entre los morenistas de dos bandos principales (bejaranistas y claristas) para engañar a los militantes y colocar su nombre según sea el momento al frente de las alcaldías y, por supuesto, negociar la derrota con una diputación federal o local. Mucha grilla que hasta el PVEM y el PT creen que se merecen más que diputaciones y ya sueñan con las alcaldías de Cuajimalpa, Álvaro Obregón y Xochimilco. Lo único seguro es que las alcaldías en manos del PRIANRD (salvo Cuajimalpa, cuyo alcalde ya estaba enmorenado) buscarán la reelección.

Contacto: feleon_2000@yahoo.com