+ INEvitables efectos de “marcha por la democracia”

+ ¿En nombre de Claudia Sheinbaum, Sebastián?

Sólo los tontos creen que política y

religión no se discuten.

Por eso, los ladrones siguen en el poder y

falsos profetas predicando…

Charles Spurgeon

En el desfile de actores y factores de poder que incidirán y buscan influir en el ánimo ciudadano, tal cual lo anticipamos, hemos visto ya desfilar a cada uno de ellos de manera acelerada. Veamos:

• Reiteradamente al crimen organizado, que sigue sin cesar su campaña de terror contra la clase política, llámese funcionario, candidato o familiar de alguno de éstos. 

• Estamos observando a los medios de comunicación, cuyos concesionarios y propietarios están entre azul y buenas noches, sin definir hacia dónde inclinar sus coberturas toda vez que gran parte del debate político ya está en la blogósfera y no en los canales de radio, televisión o primeras planas.

• Ni qué decir de los empresarios, no sólo de Carlos Slim sino una larga lista de damnificados y heridos a lo largo del sexenio que fueron castigados como proveedores de la administración pública y ahora sacan a relucir los entuertos de contratos amañados, licitaciones falsas y asignaciones directas.

• Los gobernantes de los Estados Unidos, su clase política y sus agencias de inteligencia, las cuales siguen empujando con fuerza información que si bien no desestabiliza sí genera mucho ruido, como son los trending topics negativos de las redes sociodigitales que llevan casi cuatro semanas consecutivas pegando donde más le duele al gobierno de López Obrador: su honestidad, de su familia y la limpieza de su trayectoria con la que quiere pasar a la historia.

• Ahora vienen los rusos y quizá los chinos y, pero no directamente sino a través de mensajeros camuflajeados de periodistas, junto con ellos, seguramente una pujante exigencia de posturas al gobierno mexicano respecto a conflictos internacionales. Así operan ya en las elecciones de Estados Unidos y así lo hacen en México.

• Y casi a la par están haciéndose presentes los ministros de algunas iglesias y asociaciones religiosas.

Tampoco es para espantarnos, porque aún faltan más actores y factores por presentarse. Es normal en un ambiente político de sucesión presidencial de un país como México que es de los más importantes en la estabilidad mundial; así que nadie se diga sorprendido, pues los clérigos y líderes religiosos también quieren incidir en el balance, contenidos y debate de quienes aspiran a cargos de elección popular.

Los tiempos del jacobinismo mexicano, ese que tenía una alta dosis de anticlericalismo, que pugnaba por el laicismo en todas las instituciones del Estado, empezando por la educación pública, que defendía las libertades públicas y la separación del Estado de todos los cultos religiosos. Eso quedó atrás hace tiempo.

Se fue haciendo a un lado desde la reforma al artículo 130 en 1992 y, más fuerte aún, cuando un presidente electo de la República, Vicente Fox Quesada, se declaraba auténtico heredero de los cristeros, y quizá de ahí que en la sala de espera de la Secretaría de Gobernación un busto de Benito Juárez fuera sustituido por un crucifijo por su entonces titular, Carlos Abascal Carranza.

Siendo un país tan nacionalista-revolucionario y heredero del laicismo juarista, el sexenio foxista pasó de largo, aunque dejó abiertas las puertas para que jerarcas se movieran más que otras veces. Eran los tiempos del poderío del llamado “Grupo de Roma”, de los obispos y cardenales más conservadores y “metiches” en la vida nacional (Norberto Rivero, Juan Sandoval, Onésimo Cepeda, entre otros).

Lo que observamos la semana pasada, en que las dos candidatas presidenciales disputaron el espectro mediático y de la blogósfera para mostrar sus fotos con el papa Francisco nos indica que sus asesores han medido que la vinculación con el jefe máximo de la Iglesia católica sigue pesando en México, a pesar de que la feligresía ha ido en claro declive (de tener 98 %de católicos hace 40 años ahora tenemos alrededor del 77 % confesos de esta religión).

Interesantes reuniones en un contexto complicado, pues la Iglesia Católica no es uniforme. El ala más progresista ha sido la más afectada en los últimos años. Cuestión de no olvidar que sacerdotes y organismos de la misma congregación como el Centro Pro Juárez de la Compañía de Jesús, el Ejército de Dios, a la que pertenece Jorge Bergoglio han sido asesinados y hostigados por el propio presidente de la República.

Llamó mucho la atención que estos encuentros se hayan registrado cuando en el país, los curas de Guerrero, Estado de México y Morelos han reiterado que han comenzado a ser intermediarios entre la población y los cárteles de la droga, algo que incluso recibió la bendición presidencial, como si se trataran de guerrillas o grupos rebeldes con quienes se negocia una pacificación.

Y no crean que sólo miembros activos de la Iglesia católica se andan moviendo, sino otras religiones más, que casi no se ven, pero se sienten, como los de la comunidad judía, que si bien tienen una integrante en la ruta presidencial que se declara “no practicante”, eso no le quita el entusiasmo.

Otra es la Luz del Mundo, cuyo líder está preso en los Estados Unidos acusado de delitos graves, pero la iglesia sigue creciendo en feligreses y en aliados políticos, al grado que hasta formaron una Asociación Política Nacional: “Humanismo Mexicano” que refrenda su alianza con Morena y con el Partido Verde, donde tienen diputados y probablemente algunos candidatos.

Falta conocer aún cómo vendrán las iglesias evangélicas, tanto las del protestantismo histórico como las neoevangélicas que tienen sus propias dinámicas y propuestas.

Las plataformas políticas de los partidos y sus candidatos están llamados atender las demandas de las iglesias, que en lo fundamental coinciden en llamar el respeto a la vida, la familia tradicional, la dignidad humana, la salud y el derecho a la educación religiosa de los niños y jóvenes, que según su óptica, han sido dañados por las políticas de corte progresista de los últimos 20 años. He ahí su importancia, pues la Doctrina de cada una puede chocar con la Plataforma política de las aspirantes. ¿Quién cederá?

INEvitable no analizar la marcha por la democracia…  El aparato de propaganda oficial sigue reaccionado de manera visceral ante los embates que se han registrado en los últimos meses. Se han enganchado en descalificaciones gratuitas, en la narrativa de victimización y en dejar que corran diluvios de críticas, sustentadas o no, al respecto. La manifestación del 18 de febrero debió encender las alertas nuevamente, porque más allá de las fobias y filias políticas de cada marchante, es el sentimiento antilopezobradorista el que está saliendo a las calles. 

¿En nombre de Claudia Sheinbaum, Sebastián?…  Por si algo no estuviera bien en Morena es en la CDMX, pues el liderazgo de Sebastián Ramírez una vez más está en predicamento. Los liderazgos territoriales acusan que dicha dirigencia está vengándose no de García Harfuch, sino en nombre de Claudia Sheinbaum. Por ello ha desplazado a la mayoría de los brugadistas de las candidaturas a alcaldes y diputados locales. Y ya hay una rebelión de bajo perfil en puerta para que sigan empujando a Clara, pero quizá no así a los ex priistas, ex panistas y verdes que fueron impuestos por la dirigencia.

Contacto: feleon_2000@yahoo.com