El espacio de Escipion

Ayotzinapa ¿los demonios andan sueltos?

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+ Clara y Claudia; pésimas estrategias de propaganda

+ El 17 de marzo, primer debate por la CDMX

Lo que parece ocurrir en Guerrero en este momento, con el radicalismo que están elevando los activistas sociales de la normal rural de Ayotzinapa, se parece mucho al cóctel molotov que surgió en el también sureño estado de Oaxaca con las organizaciones de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, la APPO, cuando en junio de 2006 literalmente tomaron la capital de la entidad porque el gobierno de la entidad y la federación habían incumplido con los apoyos presupuestales para sus proyectos.

Dada la coyuntura electoral surgen las dudas si alguno de tipo de manifestaciones terminará incidiendo en las preferencias y en las votaciones, porque sin duda el tema de la paz social no sólo implica que la delincuencia deje de rebasar a las autoridades sino que también haya capacidad de diálogo político con todos los actores sociales y políticos para evitar que la sangre corra al río o que ésta se convierta un río revuelto que lo aprovechen fuerzas oscuras o el oportunismo más miserable.

En aquel 2006, ese descontento social acumulado de oaxaqueños no se alcanzó a expresar en las urnas, porque el conflicto estalló prácticamente cuando comenzó la disputa electoral que acusaba fraude del PAN y su entonces candidato, Felipe Calderón Hinojosa.

La diferencia es que en 2006, la ciudad de Oaxaca amurallada, pasado el proceso electoral, fue manoseado por el entonces mandatario Ulises Ruiz para chantajear a la presidencia de Vicente Fox con reconocer la victoria de Andrés Manuel López Obrador si no eran liberados recursos extraordinarios para su gobierno, lo que finalmente consiguió.

A diferencia de entonces, en la actualidad los grupos de activistas por Ayotzinapa tienen ya no 43 sino 44 normalistas muertos, que son sus mártires, y ahora están más articulados, más enojados y cuentan con mayor redes de apoyo en el país y en el mundo. Y en este momento, para los dirigentes de la normal y sus asesores, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ya no es confiable, porque han sentido que con Alejandro Encinas sólo obtuvieron engaños y dilaciones y con Rosendo Gómez Piedra, incapacidad y falta de voluntad para romper con el cerco informativo militar que sigue bajo custodia aunque se niega.  

Mientras la crisis de Guerrero va escalando y ningún político morenista se atreve a pedir la desaparición de poderes antes de que el fuego se extienda a otros estados (como en Chiapas, donde los normalistas de Mactumazá ya han comenzado a movilizarse), el crimen organizado ha elevado el número de ejecuciones de políticos en activo a 18 en lo que va del presente año y a 182 de septiembre de 2023 a la fecha, como si prepararan el escenario para un magnicidio.

Y a diferencia del 2006, este radicalismo no es exclusivo de la entidad, sino de varias partes del país donde los gobiernos estatales y varias dependencias tanto locales como federales han sido lentas, omisas y hasta negligentes para erogar recursos públicos a demandas sociales, ya no como un tema financiero o burocrático, sino de absoluta gobernabilidad; porque no tienen claridad de que si los recursos públicos fluyen, los conflictos duran menos.

Los temas son varios y los grupos muy diversos en la agenda social que se ha ido construyendo alrededor de la 4T: Sí, la semana pasada lo dominaron las feministas con el #8M y el reclamo de #AyotzinapaVive al que se sumó #JusticiaparaYanquiKothan, pero están también las madres buscadoras de desaparecidos; los migrantes que utilizan nuestro territorio para llegar a los Estados Unidos; los desplazados por la delincuencia; las víctimas de extorsiones; los medioambientalistas que han sido asesinados; los padres de niños con cáncer; los ciudadanos que piden ir al fondo en el tema de las muertes por COVID-19; los animalistas, la comunidad #LGBTQ+; los familiares y amigos de jóvenes masacrados en Guanajuato, Jalisco, Veracruz o Zacatecas; los periodistas que reclaman respeto a la libertad de expresión y esclarecimiento de los asesinatos y desapariciones de trabajadores de la información en este sexenio.

Y conste que la lista anterior sólo hablamos de la agenda social, porque falta la agenda político-electoral, como fue la “marcha rosa” en defensa de la democracia y las advertencias de movilizaciones contra lo que llaman anticipadamente “elección de Estado”.

Hoy, Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena, son gobierno y en ellos recae la responsabilidad de atender los reclamos, las demandas y hasta las expresiones violentas como las que hemos visto con los jóvenes de Ayotzinapa. Pero el presidente se equivoca al estigmatizar y criminalizar las protestas sociales que han surgido desde que tomó posesión.

Hagamos memoria; desde que inicio este gobierno a cada opositor a sus proyectos o crítico a sus decisiones no pasaba un día sin que fuera enjuiciado y condenado por ese tribunal de activistas de las redes sociodigitales que, por ahora, sufren derrotas en el ciberespacio por parte de opositores mejor armados y más articulados. Ahí están los metabuscadores y estudios de analitycs del ciberespacio para que detecten cómo operaron las granjas de troles y bots para “linchamientos” del momento, incluso, tocando los mismos correligionarios y simpatizantes (Carmen Aristegui, Ricardo Monreal, Porfirio Muñoz Ledo, Marcelo Ebrard, Julio Scherer, Carlos Urzúa, entre tantos afines a la 4T que padecieron las infames campañas de desprestigio). Con los normalistas y feministas que han radicalizado sus protestas sigue pasando lo mismo.

Sin embargo, todo tiene su final. El hashtag /Narcopresidente que tanto ha herido la susceptibilidad del primer mandatario es ejemplo de que el dominio que tuvieron por años los ciberactivistas afines a su movimiento (desde las convocatorias a las mega-mentadas-de-madre contra EPN, el #pasedelista, #yamencasé o #durmióbien) ya están desgastados, cansados y, además, divididos o escindidos.

Se equivoca el presidente contra las movilizaciones y su discurso maximalista de “si no estás conmigo estás contra mí” porque la autollamada antes de la 4T, el lopezobradorismo, tuvo su origen en las movilizaciones por la democracia de fines de la década de 1980, cuando encabezó los “éxodos por la democracia” contra el fraude electoral, y después haciendo suyas las demandas de campesinos y pescadores contra las afectaciones de PEMEX. Está plasmado en la historia: así como él, desde el poder acusa a intereses políticos detrás, en su momento ocurrió lo mismo, decían que había otros intereses detrás.

La llamada “Cuarta Transformación” surgió de las grandes movilizaciones callejeras contra la “cleptocracia”, es decir, contra ese régimen de complicidades, basado en la institucionalización de la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político, el cohecho y el peculado. Y tuvo fuerza su discurso y articulación social tal cual ocurrió en otras partes del mundo, contra el extractivismo de los recursos nacionales. Así fue que los gobiernos y movimientos progresistas ascendieron al poder.

En España, PODEMOS, el gran aliado de Morena, es ejemplo de cómo las protestas callejeras se desapegan de los liderazgos, que no entendieron su origen y escupieron al cielo para terminar desencantando a su electorado y terminar siendo una expresión minoritaria más.

No habría porque temer ahora las exigencias de justicia de las movilizaciones y nuevas expresiones. Anthony Giddens, Scott Lash, Ulrich Beck y Elizabeth Gernsheim, en La modernidad reflexiva, lo habían advertido: a toda transformación también le llegan sus rebeliones, incluso desde su propi seno.

+ Clara y Claudia; pésimas estrategias de propaganda…  Quizá por ingenuidad o porque estaban acostumbrados a ser oposición, los estrategas morenistas de Claudia Sheibaum y Clara Brugada están más dedicados a responder, replicar, atacar y defenderse que a fijar en la agenda mediática y política las propuestas de sus campañas. Así, llevamos dos semanas debatiendo las ideas de Xóchitl Gálvez sobre seguridad y política energética. Y en el caso de la CDMX ya hasta Santiago Taboada se roba ideas de la izquierda como “agua para todos” porque los morenistas están enganchados con los temas que les siembran… Claudia y Clara, les urge asesoría profesional.

 El 17 de marzo, primer debate por la CDMX…  Se transmitirá a las 20:00 horas el primero de tres debates que sostendrán los tres candidatos a la jefatura de Gobierno: Clara Brugada, Santiago Taboada y  Salomón Chertorivsky. Los temas a debatir serán:  Desarrollo Humano, Estado de Bienestar y Política Social; y Crecimiento, desarrollo económico y finanzas públicas.

Contacto: feleon_2000@yahoo.com