Desde el Faro

EL JUÁREZ, AÚN EN PIE

Compartir

El Gran Teatro perdura

En cualquier pueblo pequeño o gran ciudad la presencia de un teatro es vital, con él se fortalecen los espacios donde la gente puede sentirse aceptada y querida por ser quien es; y el Juárez, sigue siendo ese sitio que posibilita al guanajuatense relacionarse con los demás y con su entorno; sí, a pesar de haber recibido un petardo durante la marcha del 8 de marzo.

Sí, días después del intento por incendiar la puerta del recinto, la gente volvió a reunirse para escuchar a Richard Wagner, a través de transcripciones para piano, hechas por Franz Lizst; así, de las manos de Ana Gabriela Fernández surgieron: “Muerte de Amor”, de la ópera Tristán e Isolda; “Canto de las Hilanderas”, de El Holandés Herrante, y “La Canción a la Estrella Vespertina”.

En “Muerte de Amor” se sintió profunda tristeza, pero también una volcánica expresión de amor y dramatismo, en una especie de orgasmo artístico, donde Isolda se extingue en lo físico, para unirse en lo espiritual con su amado, y así, el mito del amor eterno es sublimado por la muerte; también “La Canción a la Estrella Vespertina”, reflejó tristeza sublime, como una oración con la cual se pide acompañamiento celestial para el ser amado en el momento de su muerte.

El programa se completó con la transcripción al piano del aria “Miserere” de la ópera El Trovador, de Giuseppe Verdi; además, varios estudios escritos por Philip Glass; y Tango Rag, del mexicano Mario Lavista. La joven pianista cubana fue muy aplaudida en esta segunda jornada del Ciclo de Piano organizado por el Instituto Estatal de la Cultura.

Después, al salir, y pasar cerca de la puerta teñida de negro por la pólvora, volvieron a la mente las palabras de Aleksandar Lalicki, productor teatral, serbio nacionalizado mexicano, quien afirma: “el Juárez es indispensable, necesario, se debe conservar; es maravilloso; cuando tú subes al escenario, o cuando te toca presentar un espectáculo, eres privilegiado, te sientes acompañado por las musas, inspirado por Apolo, porque este teatro se respira, se vive como pocos, por eso hay que cuidarlo”.