El espacio de Escipion

Estudiantes al grito de “Gaza es nuestro Vietnam”

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+ Los demasiados libros antiAMLO al cierre del sexenio

+ Los “tontos con iniciativa” alrededor de Xóchitl

Muy distraídos hemos estado en México con las campañas electorales que poca atención se ha dado a lo que ocurre con los conflictos bélicos en oriente medio y sus efectos en países occidentales, pues contra lo que podría pensarse entre varios sectores sociales hay un repudio a los excesos de la guerra.

El ataque del grupo extremista Hamas al territorio de Israel el pasado 7 de octubre, matara a mil 200 civiles, según cifras oficiales, desató la furia del gobierno de Benjamín Netanyahu cuya reacción ha ido escalando y cometido masacres de lesa humanidad contra presuntos grupos armados y civiles de la franja de Gaza, atacando escuelas y hospitales porque según él ahí se refugian los terroristas; más de 35 mil muertes violentas han dado la vuelta al mundo en imágenes, denuncias y manifiestos porque han sido masacrados niños, mujeres y jóvenes, creando una crisis humanitaria sin precedentes en la zona.

Esta inusitada e irracional forma de responder de Netanyahu ya tiene sembrado el repudio internacional de algunos mandatarios, pero más que los  gobiernos el rechazo está muy fuerte entre los jóvenes; jóvenes y estudiantes; jóvenes y estudiantes de al menos 35 universidades de los Estados Unidos, lo que ya preocupa a las élites y a la clase política de este país en pleno proceso de sucesión presidencial.

Y les preocupa porque su clase política, sea republicana o demócrata, ha cerrado filas con el gobierno de Netanyahu e Israel y su política expansiva llamada sionismo, bajo el argumento de tener su derecho a existir como Estado, mientras que los estudiantes de universidades como las de Columbia y Yale han pasado de enarbolar las banderas contra la guerra; al cese a los ataques a la población de Gaza; al derecho de existir del estado Palestino, hasta llegar a una consigna que ha calado hondo y que hoy, la comunidad pro israelí internacional, les alarma: “Palestina, del río al mar”, que según interpretan sería eliminar el derecho a existir del estado de Israel, además de alentar más que el discurso antisemita, el discurso anti judío, pues ya es un tema político y religioso.

Tema complicado para la clase política de EEUU. Mientras crece el repudio a Israel, el presidente estadounidense Joe Biden destina una ayuda militar de 26 mil millones de dólares a Netanyahu y el contrincante incómoda, el republicano Donald Trump aprovecha para refrendar el apoyo al estado judío y se ufana de decir que si él fuera el presidente el contraataque de Irán nunca hubiera ocurrido.  

Las acampadas de estudiantes en Estados Unidos en solidaridad con Palestina han aumentado y siguen extendiéndose al tiempo que están siendo reprimidas por las policías, con desalojos y aprehensiones, además de una dura campaña mediática en su contra por parte del altísimo poder económico de la comunidad judía en ese y otros países.

La respuesta de “Gaza es nuestro Vietnam” que evoca las manifestaciones estudiantiles de mediados y más allá de la década de 1960 contra la guerra que sostenían los Estados Unidos contra la revolución social de Vietnam, es el lema hoy en día para que la clase política estadounidense obligue a Netanyahu a un cese al fuego inmediato. Nada fácil, porque hay posiciones encontradas y hasta estudios de opinión para apuntalar las dos lecturas sobre el conflicto.

La escena del legendario actor Robert de Niro reprendiendo las manifestaciones de estudiantes y llamándoles “ignorantes” hablan de que Palestina hoy este tema de polarización social y política; es el nuevo Vietnam de la sociedad estadounidense, pues aunque ellos no combaten, su alianza con Israel recibe el repudio desde las aulas y, ya muchos anticipan que estas posiciones habrán de influir en las urnas para bien o para mal.

Curiosamente, este entusiasmo pro Palestina ha sido tímido, casi apagado en las principales universidades públicas de América Latina que han instalado pocos campamentos pro Palestina. Las universidades de Colombia y de Chile están apagadas en este sentido; la comunidad de la Universidad de Buenos Aires están concentradas en desgastar al gobierno de Javier Milei; y las dos grandes, la de Sao Pablo en Brasil, sin una organización hasta ahora, mientras que la UNAM, en Ciudad Universitaria, a penas la semana pasada instaló su acampada y este día, la Asamblea Interuniversitaria y Popular en Solidaridad con Palestina tendrá un foro académico abierto para hablar del conflicto en Gaza.

No hay que perder de vista cómo habrán de desenvolverse las protestas estudiantiles, pues tanto en los Estados Unidos como en México, hay temores de su clase política para despertar a los estudiantiles, los cuales pueden convertirse en un factor que modifique cualquier circunstancia.

Quizá por ello, las dos candidatas presidenciales egresadas de nuestra máxima casa de estudios, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, han evitado acudir a la UNAM para no agitar el avispero estudiantil y también han sido tibias y ambiguas para hablar del conflicto en Gaza.  Hasta ahora sólo la candidata a jefa de Gobierno Clara Brugada ha confirmado que asistirá el próximo 9 de mayo  al Centro de Exposiciones y Congresos de Ciudad Universitaria. Bien por ella, sin temores y abierta al diálogo con los estudiantes y no descartemos que hasta fije alguna posición al respecto.

Mientras tanto continuamos leyendo un nuevo libro está generando ruido: el historiador Emmanuel Todd, quien en 1976, que predijo la caída de la URSS, ahora en Cómo fue derrotado occidente anticipa el colapso de los Estados Unidos. Y pues no queda descartado ver la película “War civil” de Alex Garland, para seguir alimentando nuestro especulacionismo.

+ Los demasiados libros antiAMLO al cierre del sexenio … Cada que concluye un sexenio llueven los documentales, reportajes y libros sobre los sexenios que están por termina. Nadie olvida el ensayo “La sucesión presidencial de 1976” de Daniel Cosío Villegas, ni “El 18 Brumario de Luis Echeverría” de Gabriel Zaid, como tampoco la portada de Proceso sobre “El hermano incómodo”. Qué decir de “La jefa” de Olga Wornat, “Felipe Calderón de cuerpo entero” de Julio Scherer, “La casa blanca de Peña Nieto” del equipo de reporteros de Aristegui. Pero quizá nunca había visto tantos contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde “biografías no autorizadas” (y francamente mediocres y llenas de inconsistencias) hasta los libros recientes como los de Anabel Hernández, Macario Schettino, Elena Chávez,  Francisco Martín Moreno, Marco Levario, Pablo Hiriart y María Amparo Casar, además de otros más que ya llevan un tiempo circulando. ¿Cuál será la lectura definitiva que dará la historia del sexenio que está por terminar? ¿Cuándo saldrán los otros libros que cuenten “los otros datos” del sexenio?

+ Los tontos con iniciativa alrededor de Xóchitl…  Las convocatorias en defensa del INE fueron exitosas y nadie lo duda, porque en gran parte fueron alentadas por el temor a que el órgano electoral pudiera sufrir un retroceso y que el Ejecutivo federal tuviera, como antes, la voz cantante en las decisiones ciudadanas. En las dos marchas ganaron mucho porque agruparon a todos los antiobradoristas sin partido. Sin embargo, gran parte de los promotores siempre fueron el PRI, PAN y PRD, bajo las máscaras del “Frente Cívico Nacional”, “Sí por México” y “Unidos”. Nadie se dijo engañados, pero ahora el oportunismo de brincar así porque sí a apoyar a dos candidatos parece absurdo y torpe, pues muchos no los van a seguir y el espíritu ciudadano de sus manifestaciones quedaron en la basura. También burdo está siendo que lleguen operadores panistas del Norte y el Bajío a la CDMX a “mapachear”, cooptar líderes corruptos y delincuenciales y seguir atizando la guerra de lodo en el proceso electoral. Mal y de malas para los xochitlóvers.

Contacto: feleon_2000@yahoo.com