Desde el Faro

LA HISTORIA DE ANDRÉS

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Lucha por el medio ambiente

Casi destruida la Cuenca de La Soledad

Andrés había tocado fondo, había vencido la batalla contra el alcohol, como muchos campesinos mexicanos, quería irse a los Estados Unidos, donde según él, tendría mejores ingresos; a punto de partir, una mirada de Elvira, su esposa, lo detuvo; enfrente tenía una vasta extensión de terreno, lleno de nopales y magueyes, tierra casi seca, herencia de sus padres; pensó en la posibilidad de hacerla producir, generar riqueza y fortalecer al medio ambiente, y se quedó.

En Llanos de Santa Ana, sobre el camino que conduce a la Montaña de Cristo Rey, el campesino reforestó la zona con plantas de palo dulce, garambullos, y otras especies nativas del lugar, después, el espíritu emprendedor lo empujó a experimentar la explotación apícola.

Adquirió unas cuantas colmenas, se lanzó a la producción de plantas de ornato y medicinales; debido a su esfuerzo y compromiso con el medio ambiente, se fue a Cuba para capacitarse en el manejo de la apicultura orgánica y en la elaboración de productos derivados de la miel. En la nación caribeña, a la que ha ido en 2 ocasiones con sus propios recursos, aprendió a elaborar cosméticos y suplementos alimenticios; también a extraer las sustancias básicas de las plantas medicinales.

Han pasado 23 años después de ese momento decisivo en que decidió no salir de Guanajuato, ahora produce cremas suavizantes, shampoos, lociones, cremas para los párpados, jabones, desodorantes, miel con jalea real, polen, propóleo, mezclas energizantes – propias para personas que realizan trabajos exhaustivos, además, cuenta con extractos de plantas medicinales, como: romero, ruda, cedrón y el chilcuagüe, esa plantita casi mágica, originaria del norte de Guanajuato. Su oferta es de 84 productos.

EL CAMBIO CLIMATICO.

Ahora, las preocupaciones de Andrés Hernández Quintana, y de su esposa, Elvira González Camarillo, son los efectos del cambio climático que alteran el equilibrio de la naturaleza, hay escasez de agua, las plantas se secan, hay incendios forestales, los animales mueren por falta de alimento.

En la Cuenca de la Presa La Soledad, área natural protegida, el equilibrio ecológico es muy frágil, el calentamiento global y los incendios forestales PROVOCADOS han tenido graves consecuencias; es fácil ver el deterioro, por todos lados se ven grandes extensiones de plantas quemadas y arroyos secos; a pesar de ello, Andrés y Elvira no han perdido la esperanza, aún sueñan en un mundo “donde todos podamos vivir en armonía, donde todos seamos felices con lo que nos ofrece la tierra”.

Para mitigar los efectos del cambio climático, la semana pasada, brigadas de la Secretaría del Medio Ambiente y Reordenamiento Territorial trabajaron en la zona; hicieron zanjas para prevenir la propagación de incendios y regaron árboles, fue un estímulo y reconocimiento al trabajo de esta pareja de campesinos, enamorada de la vida y de la “madre naturaleza”.