El cerdo cuino, el cerdo pelón mexicano y el cerdo pata de mula son razas endémicas mexicanas en peligro de extinción
Guanajuato, Gto.- El Dr. Carlos Alberto García Munguía, adscrito al Departamento de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Guanajuato (UG), impulsa la preservación de los cerdos criollos, especie endémica del país y en peligro de extinción.

De acuerdo al comunicado de prensa, la formación académica del investigador es amplia, desarrollada principalmente en la Universidad Autónoma Chapingo y el Instituto Politécnico Nacional. Es ingeniero agrónomo y médico veterinario zootecnista; cuenta con tres maestrías en innovación ganadera, producción hortofrutícola y agronegocios, así como dos doctorados en conservación de recursos (enfoque biológico) e investigación educativa, entre otras especialidades relacionadas con el mejoramiento genético animal, entomología médica y veterinaria, y producción agrícola y pecuaria.
Antes de integrarse a la UG hace nueve años, fue profesor-investigador en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), más la pasión por la investigación científica y sus aplicaciones en las actividades primarias proviene de su origen, una comunidad rural con no más de 300 habitantes en el estado de Hidalgo y una familia de productores agrícolas, campesinos rurales y jornaleros, enfatizando el ganado de traspatio (bovino, cerdos y aves de corral). “Lo traigo en la sangre, por experiencia desde niño en el campo”, comentó.
Entre los proyectos de investigación que encabeza el Dr. García, destaca la conservación de tres razas de cerdos criollos: el cerdo cuino, el cerdo pelón mexicano y el cerdo pata de mula. Se les clasifica como “criollas” por ser autóctonas del país, las cuales han estado presentes en zonas rurales de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, algunas regiones de Veracruz, en la Sierra Norte de Puebla, Hidalgo y Nayarit.
Los cerdos criollos han sido sustituidos con líneas genéticas mejoradas por su baja eficiencia productiva, pese a su importancia como patrimonio cultural. Por ejemplo, un cerdo pelón mexicano produce alrededor de siete crías, mientras que una línea mejorada puede producir hasta 15, indicó el experto.
Sin embargo, criar el cerdo pelón mexicano podría hacer más eficiente el uso de recursos naturales, pues se alimenta con insumos económicos y se adapta mejor al entorno, además de ser resistente a parásitos y enfermedades, como el síndrome respiratorio y porcino que afecta a gran parte de la producción porcina. En su rusticidad, dijo, también podría adaptarse con facilidad a los climas de otras regiones.
El cerdo pelón mexicano, añadió el profesor, tiene orígenes similares al cerdo ibérico y comparte características cárnicas viables para la producción de alimentos, como jamón tipo serrano. El marmoleado en la carne es conveniente para platillos como la cochinita pibil, que originalmente se elaboraba con este, y presenta una diferencia de calidad significativa.
En la División de Ciencias de la Vida de la UG, en Irapuato, se creó el Centro de Conservación de Cerdo Criollo hace aproximadamente ocho años y se cuenta con algunas publicaciones a partir de la evaluación de las dietas para la alimentación de estas razas, la resistencia a enfermedades y diferentes estrategias para transferir las aportaciones a otras líneas genéticas.
“Tenemos líneas genéticas que se han purificado al 100%, generación tras generación”, comentó el Dr. Carlos García, quien, como una iniciativa propia, ha criado y alojado cerdos en regiones del estado de Hidalgo y Veracruz.
En dicho centro y con la guía del profesor, estudiantes de licenciatura y posgrado desarrollan diferentes productos biológicos y proyectos para el control de enfermedades, principalmente vacunas para aves, cerdos y bovinos, así como el control biológico para diferentes plagas de interés veterinario.
De manera personal, el investigador ofrece asesoría y capacitación a productores pecuarios en cuanto a la alimentación, el manejo reproductivo, el mejoramiento genético, el aspecto sanitario y el cuidado de diversas especies. Igualmente, se fomenta la participación de la comunidad estudiantil en proyectos de servicio social relacionados y se promueve la colaboración con empresas para el financiamiento, también con otras instituciones, como la Universidad Autónoma de Aguascalientes y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
“Es muy importante que instancias gubernamentales se involucren, pues se tiene la necesidad de dar asesoría y capacitación a productores rurales, que se conozca la importancia de la conservación de los recursos genéticos”, apuntó el profesor.
Asimismo, señaló que hacen falta personas profesionistas enfocadas a la producción primaria (pecuaria y agrícola), particularmente dedicadas a la investigación y la aplicación de los avances. Afortunadamente, observa que sí existe interés en la juventud por estudiar carreras como Agronomía, Veterinaria, Biología, Química y Biotecnología, pero debe promoverse su importancia.
“Con un incremento poblacional significativo, se requiere una mayor cantidad de alimentos seguros e inocuos, tanto de origen vegetal como animal. Para garantizar que estos sean accesibles para toda la población, es imperativo desarrollar sistemas de producción rentables que beneficien tanto a productores como al consumidor final”, concluyó.