El Dr. Yann René Ramos ha estudiado durante años los escurrimientos en el municipio de Guanajuato; “es conveniente retomar los análisis y replantear los procesos de potabilización”, señala
Guanajuato, Gto.– La Presa de Burrones, ubicada en el suroeste de la ciudad de Guanajuato, representa un riesgo sanitario si es que se planea utilizar su agua para consumo humano, uso que no corresponde a su propósito original: la molienda de minerales. Estas aguas tienen concentraciones de arsénico que, según la normatividad oficial NOM-SEMARNAT 127, podrían resultar tóxicas.

De acuerdo al comunicado de prensa, así lo indicó el Dr. Yann René Ramos Arroyo, doctor en Ciencias de la Tierra, adscrito al Departamento de Ingeniería Geomática e Hidráulica de la Universidad de Guanajuato (UG), quien ha dedicado años al conocimiento del volumen y la calidad del agua que escurre en las cuencas del estado de Guanajuato.
“La Presa de Burrones fue construida alrededor de 1785 con la intención de almacenar agua para generar una caída y contar con energía para la molienda de minerales. La cuenca donde se construyó la cortina de la presa presenta mineralización. Recibe drenajes de, al menos, dos minas abandonadas desde hace más de 300 años, con condiciones óptimas para la liberación de arsénico, el cual, usualmente, se encuentra al límite de la norma oficial mexicana establecida para la seguridad de la población”, explicó.
Además de los niveles de arsénico, esta presa tiene altos niveles de sulfatos que son liberados de las minas, junto con manganeso y hierro en solución.
«Es muy interesante que la misma naturaleza, a través de procesos geoquímicos, limite la movilidad de estos elementos. Pero no ocurre así con el arsénico, particularmente por las condiciones alcalinas (existe calcita en los yacimientos que condiciona un pH cercano a la neutralidad, siete) que favorecen su movilidad”, explicó el profesor.
El uso de esta agua para el consumo de la población, comentó el Dr. Yann René Ramos, requiere planes de potabilización urgentemente, pues sí es posible minimizar los riesgos, incluso evitarlos con un adecuado proceso.
Con esta información, académicos han planteado procesos de potabilización probados en laboratorio, con la intención de escalar a un nivel óptimo para su uso por la población del municipio.
“En la UG, se desarrolla investigación para apoyar a la población”, aseveró el profesor. Desde el 2004 en el Departamento de Ingeniería Geomática e Hidráulica, se han estudiado los escurrimientos alrededor de la ciudad de Guanajuato, mismos que fungen como potenciales fuentes de abasto. Para profundizar en esta problemática, se han formado especialistas: tres en doctorado, tres en maestría y cuatro de licenciatura.
A partir de 2020, por motivo de la pandemia, las investigaciones del Dr. Ramos Arroyo se detuvieron, por lo que considera urgente retomar el análisis sobre la condición actual del agua en la Presa de Burrones, ya que la recepción del escurrimiento de las minas es un hecho permanente desde hace 300 años.
Al momento, el Dr. Yann René cuenta con el apoyo de colegas en la UG y de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Winnipeg, en Canadá. “Nos interesa ver el potencial uso de estas aguas, porque cualquier agua, por muy contaminada que se encuentre, puede tratarse y llevarse a potabilización”, explicó.
Indicó que, a lo largo de los últimos años, ha habido acercamientos con organismos operadores de agua e instancias gubernamentales para la transferencia del conocimiento. Ante esta problemática, no única en dicha presa, es imperativo el replanteamiento de las medidas, los procesos y las acciones de potabilización y distribución vigentes por parte de las dependencias locales.
“Esperamos que, en algún momento, les interese aplicar este estudio en beneficio de la población. Es importante que volteen a ver a la universidad, pues estamos desarrollando conocimiento y tenemos avances tecnológicos que ayudarían a mejorar el abasto. Hay gente muy preparada y con toda la intención de apoyar, pues esa es nuestra labor: desarrollar sistemas de potabilización de bajo costo y sustentables que beneficien a la sociedad”, finalizó.