El Quinteto de Metales, Vientos del Bajío, exploró obras de la cultura anglosajona y latinoamericana, mientras que el Ensamble Pegasus interpretará el imponente Cuarteto para el fin del Tiempo, de Olivier Messiaen
Guanajuato, Gto.- Una vez más, los conciertos de solistas de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) cautivaron al público con dos propuestas contrastantes a cargo del Quinteto de Metales, Vientos del Bajío y el Ensamble Pegasus.

De acuerdo al comunicado de prensa, el pasado jueves 30 de octubre, el H. Salón del Consejo General Universitario, ubicado al interior del Edificio Central, acogió al Quinteto de Metales, Vientos del Bajío, integrado por Juan Cruz (trompeta), David Rivera (trompeta), Apolinar Alavez (corno), Gil Martínez (trombón) y Salvador Pérez (tuba), quienes interpretaron obras de John Cheetham, Gustav Holst, Enrique Crespo, Irving Berlin, Carlos Gardel, Narciso Lico, Amador Pérez y Ray Santos.
Este ensamble se constituye al estilo de una Brass Band, tipo de agrupación anglosajona popularizada a finales del siglo XIX. Antes de ello, los instrumentos de viento estaban destinados mayormente a la interpretación de música militar; sin embargo, hoy son parte del paisaje sonoro cotidiano, tanto estadounidense como británico, abarcando un amplio espectro de corrientes estilísticas.
En este concierto, los músicos de la OSUG exploraron diversos motivos, de la misma forma que los compositores, desde piezas con un carácter jovial y agradable, hasta obras donde la simplicidad y la economía de los recursos se fusionaron con elementos tradicionales, pasando por la música clásica, el jazz, el barroco, el folclore y la música popular de Latinoamérica y Sudamérica.
En contraste con este ambiente musical, este viernes 31 de octubre, el Teatro Principal será el recinto indicado para resaltar el talento y la solemnidad del Ensamble Pegasus, integrado por Sergio Andrés González (violín), Heather Ann Millette (clarinete), Cintia Presa (chelo) e Iván Figueroa (piano), quienes interpretaron el Cuarteto para el fin del Tiempo, del francés Olivier Messiaen.
Este autor es famoso por la concepción de un lenguaje musical propio, fundamentado teóricamente desde su juventud, que se distingue por sus modos, timbres y ritmos.
En cuanto a la obra elegida, esta fue creada cuando Messiaen se encontraba cautivo junto a 30 mil prisioneros de guerra, inspirada en el Apocalipsis como una forma de escape de su realidad y en busca del sentido de su vida.
El carácter de la composición es inmaterial, espiritual y católico, pues intenta aproximar al oyente a la eternidad mientras lo aleja de lo temporal, razón que también justifica los ocho movimientos que la conforman: “Liturgia de cristal”; “Vocalise, para el Ángel que anuncia el fin de los Tiempos”; “Abismo de los pájaros”; “Intermedio”; “Alabanza a la Eternidad de Jesús”; “Danza del furor, para las siete trompetas”; “Confusión de arcos iris, para el Ángel que anuncia el fin del Tiempo”; y “Alabanza a la inmortalidad de Jesús”.
Luego de estas interesantes veladas, la OSUG retomará su temporada en el Teatro Juárez, el próximo viernes 7 de noviembre a las 20:00 horas, teniendo el honor de ser dirigida por Román Revueltas.
En el programa con motivo del “Día del ferrocarrilero. Héroe de Nacozari”, se interpretarán obras de Arthur Honegger, Javier González Compeán y Ludwig van Beethoven. Los boletos están disponibles en la taquilla del recinto.
