Mestizaje al óleo: los rostros del mexicano

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Benjamín Pacheco López

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Guanajuato, Gto. 22 de septiembre de 2010.- Incorporar por medio del arte plástico al llamado “pueblo mexicano”, con su trasfondo socia y cultural, haciendo del mestizaje un recurso legitimador, fue parte de la propuesta de diversos pintores a principios del siglo XX.

José Chávez Morado, "El sembrador de pájaros"

Lo anterior se desprende de la exposición Los rostros del mexicano, presentada en el Museo Casa Diego Rivera, como parte del ciclo Nacionalismo, con motivo del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana.

La muestra está conformada por 12 piezas de diferentes formatos y elaboradas con diversas técnicas, en la que destaca el retrato de corte popular en distintos escenarios.

“A principios del siglo XX, artistas como Saturnino Herrán, habían retomado en sus composiciones escenas de la vida cotidiana de las clases populares, aludiendo al mestizaje como recurso legitimador, otros artistas en cambio, conservaron la idea de evidenciar el retrato pictórico como reflejo de una conciencia de clase.

“Retratar la verdadera esencia del pueblo mexicano fue el objetivo de muchos artistas, quienes inmersos en este espíritu de reconocimiento e identificación llevaron a cabo una serie de viajes y expediciones a diversas regiones del país, para capturar así la multiplicidad racial y las diferencias culturales que conformaban el verdadero rostro de la nación”, según se explica en la ficha técnica.

Los trabajos son de la autoría de Armando García Núñez, como Atrio de Iglesias, de 1945, elaborado en óleo sobre tela, donde se aprecia una multitud a punto de entrar al sitio religioso.

Salvador Martínez Báez, "Joven campesina"

Le sigue Víctor M. Reyes con una pieza sin título, de 1930, elaborada con acuarela sobre papel; Ramón Alva de la Canal, con Cargadores de agua, de 1927; e I Haasf, con Mujer con cántaro, en óleo sobre tela, y fechada a 1943.

De la muestra, destacan la presencia de los maestros José Chávez Morado con las litografías Sembrador de pájaros, La Duermevela y Dos figuras en la sombra, ambas de 1974; así como Diego Rivera con Bañista de Tehuantepec, de 1921.

La muestra la cierran las obras de Salvador Martínez Báez, Joven campesina, de 1921; y tres autores no identificados quienes practicaron las técnicas de óleos sobre tela, y cuyas obras están fechadas de 1900 a 1920.

Los interesados podrán apreciar al mexicano pintado de cerca y sumergido en sus pensamientos, acostado en su realidad o rodeado de distintas alegorías, en la convivencia del conjunto, o viendo directamente al espectador, invitándolo a contestar las preguntas “¿Sabes quién soy yo? ¿Sabes quién eres tú?”.