Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 23 de enero de 2011.- El senador Francisco Arroyo Vieyra afirmó que tratar de meter las clases de religión a las escuelas son tácticas desesperadas para tratar de reposicionar al PAN ante la población, porque las encuestas indican que está cayendo estrepitosamente; en todo caso habría que impulsar el civismo, añadió.
Luego de la propuesta del arzobispo José Guadalupe Martín Rábago y del anuncio del secretario de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados, Jaime Oliva Ramírez, hermano del gobernador de Guanajuato, de que presentará una iniciativa para que la religión sea llevada a las aulas, el senador priísta aseveró que no se trata más que de “una cortina de humo, para tapar los escándalos del DIF (de Guanajuato) que son terribles”.
En entrevista en la capital del estado, el también vicepresidente de la Mesa Directiva en el Senado de la República, reconoció que ya hay alguna iniciativa “para reformar la Constitución de tal suerte que en México exista a nivel de rango constitucional el principio de libertad religiosa, entre las que estaría entre otros puntos, la posibilidad de que en las escuelas públicas hubiese clases de religión no solo católica, sino de otras”, señaló.
Sin embargo, consideró que eso “es una locura, es una cortina de humo; son gritos desesperados para reposicionar al PAN, en el ánimo de la población, porque las encuestas nos dicen a todos que está cayendo estrepitosamente”.
Dijo que los priístas no han querido dar el paso de modificar la Constitución “precisamente por eso, que no sabríamos cuáles son los alcances del tema, entre tanto nos parece muy mal; yo más que dar clases de religión en las escuelas públicas volvería a las clases de civismo, que es distinto”, concluyó.
