Estrena poemario Jorge Olmos Fuentes

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igeteo cultura

Guanajuato, Gto. 21 de marzo de 2011.- El pasado jueves 17 de marzo vio la luz pública el poemario más reciente de Jorge Olmos Fuentes, colaborador de este informativo.

Titulado Alumbramiento del asombro, el libro esta publicado por la editorial Cuatro Gatos, que dirige el también escritor Ricardo García Muñoz, acerca del cual señala el editor «que reserva la conquista del asombro para el lector ávido de descubrimiento y revelación». El libro está compuesto por tres partes (Alumbramiento del asombro, Visiones y certidumbres, y Destrucción de la sombra), inconexas entre sí, pero que en su conjunto dan cuenta del itinerario creativo de Olmos Fuentes, en este caso encaminado a mostrar instantes en que lo sorprendente de los hechos del vivir prevalece.

De Jorge Olmos Fuentes se señala en la contraportada del libro que, junto con Octavio Torija,  es co-autor  del libro Prodigios y maravillas de Guanajuato. Leyendas y relatos (1998) y coeditor de la antología Rana de los rios celestes. Guanajuato en su literatura (1999). Con los fotógrafos Antonio Galindo y Gustavo López publicó, respectivamente, los libros de poesía y fotografía Luz a paso lento. Visiones del paisaje de Guanajuato (2005) y Alabanza del hermoso encierro (2006). Además de editar el libro Una cierta alegría en no saber a donde vamos. Cuento de Guanajuato: 1985-2008 (2009), es autor de los poemarios Amor de arena (1993), En la propia tierra (2001), Tierra del corazón (2002), Música negra en el enunciado (2005) y Baladas un poco tristes (2006).

La propia editorial Cuatro Gatos anuncia que dentro de poco avisará los pormenores de la presentación de dicho volumen. Mientras llega ese día, reproducimos un poema extraído de esas páginas.

*

EVIDENCIA

Uno se muere

así sencillamente

qué más da

como se mueren en los árboles las hojas

bajo tierra la semilla

en las nubes un destello.

Entonces resulta sencillo

nacer o morir

incrementar la especie

la erosión en la pradera

extinguir felinos y rapaces

hacer pantanos secos de los lagos.

También comprarse un sepulcro en la llanura

en medio de corrientes escindidas.