Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 25 de septiembre de 2011.- Josefina Vázquez Mota y Miguel Márquez Márquez se llevaron la tarde con las entusiastas porras que les dedicaron los militantes panistas, en medio de la celebración de los 20 años de gobiernos del PAN en Guanajuato, en que no faltaron los aplausos efusivos a los ex gobernadores emanados del blanquiazul y a cada uno de sus dirigentes estatales en las últimas dos décadas.
El ex secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, a su vez, quien llegó acompañado del gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez y se colocó a un lado de Vázquez Mota, tan solo recibió una que otra porra. Por su parte, Santiago Creel Miranda fue el único aspirante a la candidatura presidencial que no llegó.
En su momento, los gritos de apoyo por parte de los panistas de la entidad hacia el ex secretario de Desarrollo Social, Miguel Márquez Márquez, rápidamente opacaron a los seguidores del doctor José Ángel Córdova Villalobos, de Gerardo Mosqueda y del senador Ricardo Torres Origel.
Tan pronto como podía, a la menor provocación, los panistas que abarrotaron el Auditorio del estado en la capital lanzaban, con el puño en alto, los coros de “¡Jo-se-fi-na!” o “¡Már-quez!”, aplaudiendo y haciendo sonar las matracas.
Cuando llegó el turno de su participación, los ex gobernadores Carlos Medina Plascencia, Juan Carlos Romero Hicks y Juan Manuel Oliva Ramírez, quienes ofrecieron sentidos mensajes desde el escenario del Auditorio estatal, también levantaron la ovación de los panistas de todos los municipios del estado.
Y a la hora de proyectarse un video de resumen de los gobierno del PAN, los blanquiazules aplaudieron entusiastas las apariciones de cada uno de los gobernantes y de sus dirigentes en el estado; de sus líderes en el país desde Manuel J. Clouthier hasta Vicente Fox Quesada, quien por cierto no asistió por encontrarse fuera del país.
Finalmente, el actual dirigente, Gerardo Trujillo Flores, destacó el valor de la unidad y convocó a hacer campañas internas con propuestas y no con descalificaciones, al término de cuyo mensaje las porras no se hicieron esperar y corearon los nombres de sus gallos dentro y fuera del Auditorio.