Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 09 de noviembre de 2011.- Una estructura bien organizada en cada una de sus partes era la que contaba la célula de los Caballeros Templarios desmantelada en Celaya, Guanajuato. Como en cualquier empresa existía un organigrama, una doctrina ideológica y hasta código de ética; un área de administración con todo tipo de comprobantes de honorarios y un área de tortura, mutilaciones, asesinatos y decapitaciones.
Tocante a infraestructura física, había dos casas, entre las 15 aseguradas, ampliamente referidas por los detenidos, una de ellas en donde se veían todos los aspectos administrativos de la organización como son el pago de la nómina, recibos de honorarios y gastos en general y otra llamada la Casa del Terror, donde los plagiados eran torturados, desmembrados, asesinados y el algunos casos decapitados.
En esa última casa había rollos de cinta canela, vendas de distintos tamaños, pares de esposas y una amplia variedad de cuchillos y navajas y demás instrumentos de tortura.
De acuerdo con la Procuraduría de Justicia del estado, los cadáveres eran exhibidos estratégicamente en algunas calles de Celaya y de la región para generar terror; además ahí se encontró una larga lista con fichas de identificación de los asesinados, describiendo como se les torturó y asesino y donde fueron dejados los cadáveres.
Por eso se sabe con exactitud que el 11 de enero del año pasado, Víctor Manuel Medina Hernández fue asesinado en ese domicilio y fue decapitado. La cabeza fue exhibida enfrente de la presidencia municipal de Celaya; el 28 de abril del año también pasado, mataron a J. Jesús Charo Ramírez; el 8 de mayo de 2010, a Placido Arellano Tierrablanca y a Alberto Arellano Rodríguez; y el 14 de agosto igualmente de 2010, el cuerpo sin vida Luis Enrique Martínez Yerena fue exhibido en Yochipilli.
En esa lista macabra quedó registrado que el 28 de octubre del año pasado se mostró el cuerpo de Luis Adrian Pérez Salazar, en Segunda de Madero 215, colonia los Insurgentes; mientras que el cuerpo de Carlos Alberto Butanza Martínez, quien fue asesinado el 29 de octubre de 2010, fue arrojado a la vía pública en la colonia San Juanico.
Durante los meses de febrero y mayo de este año, se consigna allí que fueron asesinados Julio César Gutiérrez, María del Rayo Ruiz Olivares, Fernando Solís Díaz y una persona sin identificar, cuyos cuerpos fueron desmembrados; en esos meses también fue decapitado Juan Martín Juárez Pérez. En junio fueron ultimados Alberto Silva, Alejandro Rosas Olvera y Martha Guadalupe Ríos Cruz; en agosto fue privado de la vida el policía Ministerial Isidro Alonso Lizardi Hurtado; en septiembre Enrique Chávez, fue ejecutado y decapitado.
A lo largo de octubre, puede leerse en esa lista, el mes pasado el cuerpo de Adolfo Miguel Castillo, fue arrojado a la autopista federal Celaya-Querétaro. “En la lista de quienes desmembraban y decapitaban: el 30 de octubre el cuerpo de José Luis Hernández Balderas fue dejado en Circuito Catamar, fraccionamiento los Olivos; mientras que el primero de este mes, el cadáver de Jorge Granados Vargas, fue encontrado en la calle Allende. Y la lista continúa.