Expediente Ecológico

La Tierra, un planeta muy vivo

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Foto tomada por la Nasa

Hoy como siempre, el ser humano convierte lo habitual en noticia, los diversos sistemas atmosféricos que afectan a nuestro planeta se transforman en grandes daños y esto ocurre por esa gran necesidad que tenemos las personas de vivir cerca de los centros urbanos al tener los servicios cerca, además del lugar de trabajo.

A pesar de tener una gran dependencia de los recursos naturales, no existe un compromiso de nuestra parte para hacer buen uso de los mismos y al consumirlos en exceso lo único que provocamos es el padecer de su escasez. Es cada vez más frecuente observar problemas y enfrentamientos por los diversos recursos, sobre todo por el agua.

En verdad tenemos un gran casa que nos provee de todo y lo que realmente falta es una buena administración y una distribución adecuada, aun cuando en estos casos se trastocan intereses de varios tipos y clases. Bueno, pero no nos desviemos del tema principal que es sobre esta Tierra viva que así como la tratamos parece responder a las agresiones diarias de seres con un nulo aprecio por la vida.

Y para muestra de un planeta que busca recomponer lo dañado, se muestran algunos fenómenos atmosféricos de gran importancia, los cuales son de temporada o bien cerca de ella. Ejemplos, hay varios como las grandes inundaciones en Perú ocasionadas por los efectos del tan llevado y traído Niño, en Australia la primera tormenta tropical de la temporada, en el hemisferio norte las intensas nevadas que son propias del invierno, en el cual aun estamos inmersos. Y también hay que decir que ahora sí se ha pasado de la raya, registrando hasta una séptima tormenta invernal que nos ha marcado un muy crudo invierno sobre todo en latitudes medias y altas.

En fin, no cabe duda que los seres humanos tenemos en nuestras manos el recomponer algunos daños en el medio ambiente, y por supuesto que cabe bien el dicho Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde.

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Nativo de Guanajuato, se inició en la meteorología a la edad de 17 años con Luis Miguel Campos Castillo. Trabajó con el Ing. Miguel Izaguirre Mendoza responsable de la meteorologia, sismologia y astronomía de la UG. Fue jefe del observatorio ante la ahora desaparecida SARH. Su formación la adquirió con el Servicio Meteorológico Nacional y dentro del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua con sede en el estado de Morelos. Ingresó a la CONAGUA en 1991 y hasta el 2007 como instructor y jefe del Observatorio Meteorológico de Guanajuato. Forma parte del personal de la UG desde 1982.