Con tal de ver al Papa cualquier molestia valió la pena

Compartir

Carlos Olvera

Guanajuato, Gto. 25 de marzo de 2012.- Varios de los asistentes a la celebración coincidieron en señalar que cualquier desorden o molestia del regreso a sus lugares de origen valía la pena por ver a Su Santidad Benedicto XVI y haber estado en la misa multitudinaria en el Parque Bicentenario.

Asistentes a la misa en el Parque Bicentenario (Foto: Especial)

Aunque todavía les esperaba una larga travesía a sus lugares de origen y más tiempo de espera en la Central Camionera de Guanajuato, los fieles que lograron llegar, aguantaron con resignación sus autobuses, y se dijeron la mayoría contentos y cansados.

Hubo quien consideró que la organización de entrada fue muy buena, porque se instalaron 3 filtros de rigurosa revisión, pero “la salida se les fue de control, porque los guardias ya no estaban y los policías y los autobuses se hicieron bolas, pero todo como quiera, son solo detalles que no se pueden controlar por la cantidad de gente, nos vamos contentos”. Así lo señaló Rosalba Zambrano Garza, originaria de Monterrey.

Calificó la misa de maravillosa,  y señaló: “vivir la fe con tanto fervor, con la buena vibra de todos los corazones y la presencia del Papa, que hace mucha falta en medio de tanta oscuridad que se vive y tanta maldad en nuestro país”. Expresó que no cree que con la visita de Benedicto baje la violencia en el país, “pero esto traerá un fruto en los corazones de todas las personas”, añadió.

Otra asistente, de San Miguel de Allende, de nombre Guadalupe Valle, contó que llegaron la noche anterior, pero tuvieron problemas porque aunque son de San Miguel “tuvimos que ir a Dolores por el camión que nos iba a traer a mil 100 jóvenes, nos dijeron que íbamos a salir a la una de la tarde y salimos hasta las 10 de la noche y llegamos al Parque como a las tres de la mañana”, explicó.

La joven comentó que de noche pasaron frío y mucho calor en la mañana, “pero valió la pena todo lo que tuvimos que esperar porque estuvo muy bonita la misa”.

Por su parte, Margarita Ayala, de León, señaló que “todo, todo estuvo muy bonito porque en la noche hubo una Hora Santa, con todos los que estaban en el Parque, que fue como a las 3 de la mañana, primero se rezó el rosario y después se expuso el santísimo. Lo único malo fue el regreso”, añadió.

Sin embargo otra leonesa, que prefirió el anonimato, aseveró que “la salida fue un desmadre”. Explicó que como cerraron la autopista y los camiones que iban Fipasi, ya no daban servicio se tuvieron que venir a la terminal de Guanajuato y poderse regresar.

Por su parte, las líneas camioneras de la Central de Guanajuato no tuvieron que habilitar corridas extra, porque la mayoría de fieles viajaron en grupos con autobús, según explicó un taquillero de la misma central.