igeteo cultura
04 de marzo de 2012
Los pájaros le enseñaron al hombre a cantar; también le enseñaron a pensar. ¿Qué se puede decir de ellos con las palabras que no vuelan y con los pensamientos que no cantan?
Aristófanes
*
La pequeña luz
de los colibríes
en las ramas
del amanecer.
*
Bebían la flor, bebían
su naturaleza en ella.
*
Y la flor despertaba, súbita
en el aire
encendida,
incendiada, embebida de alas.
José Ángel Valente
*
«Y Salomón fue el heredero de David y dijo:
Oh hombres, se nos ha enseñado la lengua de los pájaros
Y todas las gracias se han derramado sobre nosotros»
Corán
*
Ahora bien,
pájaros
invisibles
de la selva, del bosque,
de la enramada pura,
pájaros de la acacia
y de la encina,
pájaros
locos, enamorados,
sorpresivos, cantantes
vanidosos,
músicos migratorios,
una palabra
última
antes
de volver
con zapatos mojados, espinas
y hojas secas
a mi casa:
vagabundos,
os amo
libres,
lejos de la escopeta y de la jaula…
(Oda a mirar pájaros, fragmento, Pablo Neruda)
*
¿Ves aquel nido? Hay un ave.
Son dos: el macho y la hembra.
Ella tiene el buche blanco,
él tiene las plumas negras.
En la garganta el gorjeo,
las alas blandas y trémulas;
y los picos que se chocan
como labios que se besan.
El nido es cántico, ¿oh, poetas!
De la lira universal
el ave pulsa una cuerda.
Bendito el calor sagrado
que hizo reventar las yemas,
¡oh, amada mía!, en el dulce
tiempo de la primavera.
(El año lírico, fragmento, Rubén Darío)
*
La impresión que nos deja cada uno de estos seres que hemos observado debidamente, comprende un conjunto de notas expresivas de su personalidad, y la hermosura de la pluma, la gracia de sus movimientos, el sonido y la modalidad de su canto, las reacciones de miedo, alegría o curiosidad, no son aspectos parciales que tengan sentido aislándolos, sino las notas diversas que constituyen su personalidad.
Ezequiel Martínez Estrada