
Se dice que el cine es el séptimo arte porque es una inevitable combinación de todas las artes ya que mezcla las artes plásticas, las escénicas y las poéticas.
La creación de una película requiere una gran creatividad que debe plasmarse primero en un papel, partir de la escritura de un guión para luego establecer todos los requerimientos para hacer posible la idea de un autor y de un complejo equipo de producción y posteriormente llevarla a la pantalla y convertirla en una pieza cinematográfica.
A lo largo de la historia del cine sabido es que Hollywood representa el máximo productor de películas comerciales y por lo tanto se ha convertido en un proyector fantástico para historias de toda clase y de todos los géneros.
Muchas de las películas que conocemos y que han sido tratadas como joyas cinematográficas debido a la calidad de su realización y su éxito taquillero, han sido extraídas nada más y nada menos que de historias previamente plasmadas en libros que ya sea debido a la complejidad y originalidad de su historia o, por otro lado a sus gran éxito comercial, productores hollywoodenses han decidido producir las versiones cinematográficas de muchas obras literarias teniendo muchas de ellas un gran éxito ante el espectador.
Un ejemplo claro de este tipo de situaciones es la situación que se ha dado con varias series de libros “Best Seller” como los de Dan Brown, que ya llevan dos películas realizadas y con una gran proyección a nivel publicitario, dándoles a los productores grandes ganancias por el éxito obtenido en taquilla, igualmente pasa con la saga de Harry Potter la cual fue inspiradora de ocho películas que a pesar de todos los comentarios negativos que ha habido alrededor de su realización técnica, han tenido a centenares de fanáticos haciendo fila fuera de las salas de cine desde días antes de las premieres y además caracterizados como los personajes principales de las mismas.
Cómo ignorar también la saga Crepúsculo protagonizada por jóvenes vampiros que desatan una historia de tormentoso amor, donde tanto libros como películas también han sido causa de una fiebre comercial muy intensa aunque igualmente se dude de la calidad de la producción de las piezas fílmicas e incluso del valor literario de las novelas inspiradoras de la serie.

Pero no todos los casos de películas basadas en libros han sido producto de un impulso mercantil, como se menciona más arriba muchas de las películas que ahora llamamos “joyas del cine” han sido basadas en libros escritos por autores prestigiados por su talento y calidad y no sólo por ser causa de polémica y revolución publicitaria.
Como ejemplo de lo anterior, casi el noventa por ciento de las cintas ganadoras del premio Óscar a la mejor película han sido adaptaciones de obras literarias.
Los autores más renombrados en llevar al éxito total una película son, por mencionar algunos, William Shakespeare (con películas como Hamlet o El Rey Lear), Lewis Carroll (con Alicia en el País de las Maravillas), Virginia Woolf (Las horas), Edgar Alan Poe (El Cuervo), Stephen King (La niebla), Bram Stoker (Drácula), entre muchos otros.
Si bien aunque la escritura de una novela o una pieza teatral varía bastante en consideración con la escritura de un guión cinematográfico, no podemos negar el vínculo que existe entre ambas manifestaciones artísticas y cabría esperar que por un motivo u otro este vínculo siga siendo cada vez más estrecho y lleve a la pantalla grande, ante los ojos de un espectador lo que primeramente se generó en la mente de un lector.
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Yunuen Alvarado Rodríguez es licenciada en Letras Españolas, egresada de la Universidad de Guanajuato. Actualmente realiza su trabajo de titulación bajo la dirección del Dr. Andreas Kurz.