No hay duda que las lluvias tan anheladas tienen la virtud de calmar y quitar los nervios hasta a las personas más indiferentes e insensibles del planeta. Hoy afortunadamente llueve en la Mesa Central y con ello vuelve el alma al cuerpo.

Lo que resulta muy injusto es que algunos funcionarios públicos con la insensatez e ignorancia que les caracteriza acusan al año 2012 (bueno, francamente yo no sabría a quién culpar, quizá a la naturaleza, a Dios o vaya usted a saber a quién). En fin, no podemos esperar más de políticos de una pobreza mental que ofende a la población que dicen representar.

Pasemos a cosas más importantes, como buscar una explicación a las alteraciones que ocurren en el planeta y por supuesto en nuestra región.

Hoy en día las organizaciones que se ocupan de los análisis del tiempo y la climatología, busca coincidencias en el pasado, representado y dejado en varias formas, como en árboles centenarios y el hielo perpetuo que ahora ya no es tan perpetuo.

Sin embargo, como lo hemos platicado anteriormente, no pensemos, hagamos algo por nuestro medio ambiente a pesar de las autoridades, aun cuando no debemos olvidar que nosotros los elegimos y en nuestra mala elección pagamos las consecuencias.

Como siempre quizá exista algún o algunas personas en estos medios que se salve de estas actitudes indolentes y nefastas para nuestro medio ambiente. Pero a pesar de ellos no dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy.

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Nativo de Guanajuato, se inició en la meteorología a la edad de 17 años con Luis Miguel Campos Castillo. Trabajó con el Ing. Miguel Izaguirre Mendoza responsable de la meteorologia, sismologia y astronomía de la UG. Fue jefe del observatorio ante la ahora desaparecida SARH. Su formación la adquirió con el Servicio Meteorológico Nacional y dentro del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua con sede en el estado de Morelos. Ingresó a la CONAGUA en 1991 y hasta el 2007 como instructor y jefe del Observatorio Meteorológico de Guanajuato. Forma parte del personal de la UG desde 1982.