Lorena Rodríguez
Guanajuato, Gto. 24 de julio de 2012.- El pasado 13 de junio el cine mexicano perdió a uno de sus grandes actores: Carlos Cobos, y a pesar de que el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) no acostumbra hacer homenajes póstumos la dirección del festival encabezada por Sara Hoch decidió tener un espacio para honrar al actor recién fallecido.
“Hoy le abrimos este espacio, porque siempre fue un actor muy generoso con los cortometrajistas. Carlos entendía la importancia de ayudar a las nuevas generaciones y por eso y muchas razones más le rendimos homenaje a Carlos Cobos”, comentó Sara Hoch en el homenaje que se realizó el lunes pasado en el Auditorio del Estado, donde estuvieron presentes Lucy Escandón, viuda del actor, acompañada por el elenco y los productores de la película Pastorela que fue proyectada como parte de este homenaje.
La ceremonia estuvo conducida por los actores Diana Bracho y Alejandro Calva, quienes recordaron a través de anécdotas y la proyección de algunos fragmentos de películas, la gran trayectoria del actor.
“Estamos aquí para recordar a un gran amigo que hizo del humor y del amor una forma de vida; fue una persona maravillosa, un hombre humilde y comprometido con su trabajo, su partida nos duele mucho porque no sólo perdimos a un excelente actor, sino a un entrañable amigo”, expresó Diana Bracho.
Entre risas y recuerdos, Alejandro Calva mencionó “su apoyo a este festival de cine fue sido incondicional, sus risas rebotaron en las plazuelas de Guanajuato; estuvo aquí en el 2008 con Emilio Portes para mostrar la película Conozca la cabeza de Juan Pérez.”
Al pasar al escenario, Lucy Escandón, viuda de Carlos Cobos, agradeció este homenaje y recalcó que Cobos fue un hombre íntegro en todo el sentido de la palabra, como padre, como esposo y como ser humano.
El actor Eduardo España, quien compartió créditos con Cobos en la película Pastorela, mandó un video el cual presidió a la proyección de dicha película dirigida por Emilio Portes. La actuación de Cobos en este film le mereció el Ariel 2012 en la categoría de Mejor Coactuación Masculina, sin embargo el actor ya no pudo disfrutarlo ya que fue víctima de un derrame cerebral, el cual tiempo después le acarreó la muerte.
La gran herencia que deja Cobos es la risa, y muestra de esto fueron las carcajadas del público que resonaron en todo el Auditorio en la proyección de Pastorela en la que Cobos personifica a un sacerdote folklórico y sinvergüenza que tiene a su cargo la organización de una tradicional pastorela.
