Candil de la Calle

Aquel gabinetazo

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El Estado es la realización de una idea moral.

Georg W. Friedrich Hegel

Miguel Márquez Márquez (Foto: Especial)

Inolvidable —dentro de la tragicomedia política mexicana— es para muchos el nuevo idioma, los desplantes, los conceptos de marketing y producto publicitario aplicados por Vicente Fox Quesada cuando se convirtió en gobernador de Guanajuato en 1995 y de ahí como plataforma para la Presidencia de la República, gracias a un equipo de colaboradores que le hizo el trabajo, y al cual él llamaba “un gabinetazo”.

Hombres clave que se ocuparon de apagar fuegos, de conducir la administración pública; otros de socavar los contenidos educativos para —en aras de los propósitos yunquistas— defenestrar una visión liberal y dar prioridad a los contenidos con tufo católico, algunos más ocupados en divulgar una imagen del Guanajuato “exitoso y triunfador” que pregonaba Vicente Fox… y de tapar cuentas, acumular recursos para publicidad y viajes y darle a Fox el espacio suficiente para hacer campaña dentro y fuera del país, mientras tanto.

(Por cierto, este discurso aplicado al México “exitoso y triunfador” ¿se le hace conocido, pero ahora en boca de Enrique Peña Nieto, el hombre al que Fox apoyó?).

Estaba ahí el extinto Ramón Martín Huerta, quien en la negociación con opositores y grupos sociales o liderazgos que le hacían ruido a Fox y al PAN le cumplió sin contratiempos. Estaba Javier Usabiaga Arroyo, el “Rey del Ajo”, empresario exitoso, exportador de vegetales congelados quien creció y prosperó a la par de sus lides políticas, que lo llevaron del gobierno estatal al federal como Secretario de Agricultura y luego a la intención de ser candidato a gobernador.

Pero las ganas y el cargo se los quitó Miguel Márquez Márquez, quien hoy recicla a Usabiaga, nuevamente, en Desarrollo Agropecuario. Que no sólo para atender a los campesinos de arriba, del jet set, sino también a los de abajo, del ejido miserable.

Los hechos ya hablaron antes por Usabiaga. Veremos qué tan grande le quedó el amor por Guanajuato, o la alianza con quien fue su contrario para propósitos que no se alcanzan a ver aún, porque su discurso después de la fallida contienda interna fue en aras de la democracia al interior del panismo, de luchar contra los mecanismos operados desde el poder para imponer candidatos, de abrir los procesos de elección, de limpiar la casa.

El gabinete presentado este martes por el gobernador electo Miguel Márquez Márquez parece acercarse a las palabras con las que éste selló compromisos: no convertir al gobierno en una agencia de empleo para los panistas; no ceder a imposiciones de los grupos que actualmente mandan en el partido —el yunque entre ellos—…y desmarcarse lo más posible de todo lo que huela, parezca y camine como Juan Manuel Oliva.

Lástima que otras señales se adviertan premonitorias de medianías y estancamientos: una mujer entre 14 secretarios.

Un gobernador sustituto que se queda como Secretario de Desarrollo Económico —igual que como lo estuvo, sí, con Juan Manuel Oliva— con todo y las afrentas oscuras de los terrenos para la refinería.

Un despliegue de perfiles que no le harían sombra al gobernador Márquez, pero que le dejan suficiente margen de maniobra al secretario de Desarrollo Social Éctor Jaime Ramírez Barba (incluso en Salud).

Una mano que mece la cuna —para bien o para mal—: la de Carlos Medina Plascencia, el hombre detrás y de quien fueron colaboradores por lo menos dos de los próximos secretarios, el de Finanzas y el de Obra Pública.

“No hay gabinete perfecto”, selló 3M.

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Verónica Espinosa es periodista. Ha desarrollado una importante trayectoria en medios impresos y electrónicos de la región desde hace ya varios lustros. Actualmente es corresponsal del semanario Proceso en el estado. Con más de una década de emisiones radiofónicas a sus espaldas, Candil de la Calle, prestigiada columna de opinión, análisis y crítica política ahora llega cada miércoles a través de igeteo.mx por escrito, para descubrir la desnudez de la política y la observación acerada sobre la cosa pública.