Expediente Ecológico

No todo es crítica, nomás tantito

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(Foto: Archivo)

Qué difícil le resulta al medio ambiente cuidarse de nosotros los seres pensantes y racionales; pero sobre todo de las personas que tienen la encomienda de cuidar el entorno, con los argumentos de las autoridades que, como siempre, en pro de generar trabajo para la población, dañan todo lo que tocan y esto sin duda justifica y calla muchas voces.

Ante esta situación es difícil ir contracorriente y buscar crecer en armonía con la naturaleza. Esto es lo que menos importa a las autoridades. Bueno, pero hoy vale la pena ser propositivos y una de las formas de atenuar efectos nocivos para la población es con respeto a los vientos, se deben determinar los vectores o direcciones dominantes.

Por lo pronto y para protegernos por temporadas, pudiera ser poner barreras al norte para evitar los fuertes vientos que generan los frentes fríos a partir de septiembre y hasta finales de abril y con ello evitar la erosión y daños a la propiedad.

Por otra parte en la temporada que comprende de abril y hasta el mes de agosto se debe reforestar hacia occidente con la finalidad de incrementar la humedad proveniente del Pacífico y con ello disminuir en lo posible las altas temperaturas que se vuelven insoportables al inicio de estas fechas.

En fin paliativos hay muchos, lo importante es que las autoridades y una gran cantidad de particulares dejen de privilegiar el asunto monetario y se busquen soluciones para que nuestras ciudades presenten un mayor confort que hoy día solo se tiene fomentando el consumo de combustibles fósiles, ya sea quemando combustóleo para generar electricidad y en algunas regiones quemando carbón que libera una gran cantidad de dióxido de carbono. Por lo tanto hoy en día buscar entornos menos hostiles solo se logra con medios artificiales que solo agravan el problema.

Guanajuato necesita de personas con criterio y no de una sarta de amigos de grupos poderosos y precisamente no amigos de la naturaleza.

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Nativo de Guanajuato, se inició en la meteorología a la edad de 17 años con Luis Miguel Campos Castillo. Trabajó con el Ing. Miguel Izaguirre Mendoza responsable de la meteorologia, sismologia y astronomía de la UG. Fue jefe del observatorio ante la ahora desaparecida SARH. Su formación la adquirió con el Servicio Meteorológico Nacional y dentro del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua con sede en el estado de Morelos. Ingresó a la CONAGUA en 1991 y hasta el 2007 como instructor y jefe del Observatorio Meteorológico de Guanajuato. Forma parte del personal de la UG desde 1982.