Literaria

Franz Kafka

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La frustración convertida en estilo literario

Franz Kafka (Foto: Especial)

Al hablar de Franz Kafka inmediatamente lo asociamos con la literatura universal, ya que él es uno de sus principales representantes; sin embargo, la vida de este escritor estuvo muy lejos de ser un éxito asociado a su trabajo de escritura, muy por el contrario la vida de este ahora famoso escritor estuvo siempre llena de problemas, abatimientos, imposiciones y frustraciones que lo llevaron a escribir a manera de desahogo, sin perseguir fama ni gloria a través de sus escritos

Kafka nació en Praga un el 3 de julio de 1883. Su origen judío lo llevó a vivir la tragedia de la Segunda Guerra mundial en el papel de víctima, ya que sus dos hermanas fueron ejecutadas en los campos de concentración nazis y este suceso lo condujo a experimentar la culpa en carne propia por el resto de su vida.

Aunque el interés de Kafka por la escritura se manifestó desde su adolescencia, su peculiar estilo de escritura más allá de animarlo a escribir aún más, simplemente lo avergonzaba, pues no se ciñó nunca al estilo de la época marcado por las pautas académicas; por esta razón se negaba a publicar sus escritos e incluso a mostrarlos siquiera más allá de sus amigos cercanos.

La carrera que Kafka desarrolló luego de terminar su educación básica fue la de abogado, esto no por gusto e interés propio, pues él no tuvo claro nunca lo que quiso hacer de su vida, fue su padre quien prácticamente lo obligó a desempeñarse en esta carrera pues veía a su hijo como aquel que lo haría salir victorioso de sus problemas económicos.

El desempeño de Kafka como abogado le dio múltiples recursos para desarrollar su escritura y de éstos salió su primera novela, titulada El Juicio, aunque no tuvo mucho éxito. La obra que le dio fama como escritor ante la sociedad fue Contemplación; aunque sin lugar a dudas no fue un motivo para que éste se enorgulleciera. Kafka fue una persona que siempre dudó de su capacidad artística y que nunca creyó en sí mismo.

La novela que la crítica más asocia a un autobiografía interna de Kafka es sin duda La metamorfosis, pues el sentir y el actuar del personaje, la vergüenza que siempre proyecta, la minimización por la que pasa hasta llegar a ser ignorado por todos los que le rodean e incluso a ser visto con repulsión por algunos de ellos, es como Kafka expresaba su sentir a sus amigos más cercanos.

Otras de sus obras más significativas y valiosas en el mundo literario son las cartas, la más conocida quizá sea La carta al padre, obra que jamás se publicó en la vida del escritor y fue por la desobediencia de un amigo, a quien Kafka le confió dicho documento y le pidió que jamás lo publicara, que ahora lo conocemos como una de las más grandes obras literarias.

La vida amorosa de este escritor tampoco fue exitosa, pues intentó contraer matrimonio con dos mujeres a las que amó, pero no pudo llevar sus planes a cabo por muchas y diversas circunstancias; estos hechos también lo deprimieron completamente, reiterándole a toda costa que él no podría vivir jamás como lo pensaba.

Esta serie de sucesos frustrantes y deprimentes, llevaron a Kafka a producir un estilo único de escritura que hasta nuestros días nadie ha podido imitar y aunque el éxito literario de nuestro autor es innegable, a él no le tocó vivirlo, pues su contexto histórico no valoró sus obras y no fue hasta muchos años después de su muerte cuando sus escritos fueron reconocidos por los estudiosos de la literatura y también por otros exitosos escritores, posicionando a Kafka como uno de los mejores escritores póstumos y como un narrador único en su tipo.