Guanajuato, Gto. 13 de octubre de 2013.- “Por el filo del descanso”, proyecto de danza contemporánea dirigido por Sylvia Salomón Bujaidar, a quien se entregó un reconocimiento por su trayectoria artística de treinta años, se presentó en el marco del Festival Internacional Cervantino.
Con el apoyo del Instituto Estatal de la Cultura (IEC), la coreógrafa ha realizado producciones especiales para ser presentadas en el Festival Internacional Cervantino y en el marco del programa Artistas Guanajuatenses de este año.
Reconocen trayectoria
Silvia Salomón Bujaidar, directora de la agrupación, es maestra y coreógrafa de danza contemporánea con una trayectoria de más de 30 años en el ámbito artístico.
En 1990 fundó la compañía de Danza Contemporánea de León en donde ha creado más de 40 obras que incluyen trabajos con la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato. Además de diversas participaciones con diversas compañías en diseños de iluminación.
Su preparación dancística la ha complementado con cursos en dirección escénica, iluminación, teatro, mima corporal, teatro en movimiento y danza butch.
Ha sido acreedora a los estímulos del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Guanajuato en el área de creación artística.
Salomón Bujaidar se ha presentado en los 46 municipios del estado de Guanajuato y ha realizado giras en gran parte de la República Mexicana, por Estados Unidos y Colombia. La presea “Artistas Guanajuatenses” fue entregada por el Dr. Juan Alcocer Flores, Director General del Instituto Estatal de la Cultura.
“Por el filo del descanso”.
La obra, presentada por la compañía Danza Contemporánea de León, está inspirada en el poema del escritor Mario Benedetti “Tiempo sin tiempo” y se desarrolla en un acto en donde a partir de cada escena se va desmembrando el poema de Benedetti.
En ella se hilvanan imágenes metafóricas que surgen de cada frase, de cada palabra, de cada intención, como la propia voz del poeta sobre los caminos de la vida sin ataduras para encontrarnos y reencontrarnos con nuestro interior, sin límites ni fronteras de un tiempo que pasa… que se evapora como un suspiro.
La experiencia de esta Compañía permitió durante 60 minutos una entrega total en cuerpo y alma a los espectadores, en el Teatro Cervantes.