Salamanca, Gto. 08 de marzo de 2014.- El talento de seis artistas guanajuatenses llegará a Monterrey, por intermedio de un intercambio entre el Instituto Estatal de la Cultura (IEC) y la Escuela Adolfo Prieto del Centro de las Artes de Nuevo León, la cual enviará a cinco estudiantes.
El programa de intercambio se da como resultado de un proyecto de hibridación entre las técnicas de graffiti y grabado, promovido por el IEC, a través del Centro de las Artes de Guanajuato, y por la calidad de los trabajos presentados de estos jóvenes, con la finalidad de cambiar conocimientos y técnicas entre ambas instituciones.
Dicho evento tiene como eje al taller Grafiti-Grabado que se llevará a cabo durante el periodo de marzo a junio de 2014 en el Taller de Gráfica del Centro de las Artes de Guanajuato en la cuidad de Salamanca, y en la Escuela Adolfo Prieto del Centro de las Artes de Nuevo León, en un intercambio de sedes de producción.
Según informa el propio IEC, los jóvenes guanajuatenses viajarán este próximo lunes a la ciudad de Monterrey para dar inicio con las actividades formativas, posteriormente se definirán las próximas fechas dentro de dicho tiempo.
Viajarán a la ciudad de Monterrey: David Gómez García, Juan Carlos Rodriguez Ríos, Francisco Javier Romero Ramos, Juan Jose Garcia Villafaña, Luis Fernando Negrete Guerra y Marisol Guerrero Morales.
Por su parte los jóvenes provenientes de Nuevo León estarán a cargo del creador Francisco Romero (grabador) y bajo la coordinación general del Mtro. José Luis Méndez, titular del Taller de Grabado del Cearg.
Es importante mencionar, señala el IEC, que el colectivo de ejecutantes se ha conformado por un grupo heterogéneo de artistas grabadores y creadores en el área del arte urbano, específicamente en la disciplina del graffiti, originarios del estado de Guanajuato y de Nuevo León.
La idea principal del intercambio consiste en lograr hibridar las técnicas del grabado y las del graffiti, en aras de la creación de nuevas líneas de desarrollo artístico que fomenten la investigación y experimentación visual.
El reto de esta hibridación busca fusionar las técnicas del grabado que han existido durante más de 500 años con las técnicas de pintura en aerosol “grafiti urbano” de relativa reciente aparición en el arte, como fenómeno de la posmodernidad.
El principal reto de la hibridación consistió en descontextualizar las dos disciplinas para luego llevarlas a un planteamiento metodológico e iconográfico. Se incorporaron una serie de elementos de su estética matérica, iconografía y gestualidad para conceptualizar las dos técnicas en una.
Es de resaltar que se requirió por parte de los creadores disposición, apertura e interés, para experimentar e incorporar técnicas desconocidas, así como el salirse de su área de confort artístico.