El 12 de junio inició la tan esperada, comentada y muy deseada vigésima edición del mundial de futbol en Brasil, país de mucha fiesta, baile, música, futbol, mujeres hermosas y bella selva amazónica. Los que no pudimos asistir tal vez sintamos que algo nos hace falta, pero vayamos al Cubilete y pensemos que estamos junto al mismísimo Cristo del Corcovado, y desde ahí podemos ver a los italianos de Romita y a los ingleses de Leondres. En fin que esta justa mundialista servirá para divertir, forjar sueños, y mientras esto sucede los otros partidos en nuestro país estarán a medias en el debate sobre las reformas a las leyes que gobiernan nuestro pueblo y que o nos cuidan o nos va de la patada, por eso hay que estar muy pendientes de los legisladores y del gobierno aunque poco o nada podamos hacer, cuando menos que no nos agarren fuera de lugar. Por eso “ojo, mucho ojo”, ya que solo nos queda como consuelo darles trato de árbitro.

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¡Listos los jugadores!

¡prestos a participar!

por copa tan afamada,

aguas con legisladores

nos agarran fuera de lugar

y nos vaya de la patada.

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Esperemos que nuestro equipo seleccionado a participar en este mundial tenga el ímpetu, la confianza, el deseo de ganar y ahora sí se nos haga realidad un sueño: pasar a cuartos de final, cuando menos, ya que siempre se quedan varados a la mitad y esto hace cambiar a la gente quien en un inicio anda feliz y con la esperanza de que el futbol mexicano avance y al no ser así pues viene el cambio.

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Todo México presente

en mundial, con muchos sueños

donde siempre de repente

nos volvemos brasileños.