Histomagia

La Calle Subterránea

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Guanajuato, Gto. 04 de diciembre de 2014.- Una de las características de Guanajuato es sin duda su calle subterránea que antes fuera el río que cruzaba la cañada en la que actualmente se encuentra  el centro histórico de la ciudad. Cuentan los que saben que la antes llamada Calle Nueva en los años 60, en siglos pasados servía como desalojo de los desechos de las casas, baños principalmente, por ello es que vemos aún especie de cuartos salientes que dan directo a la subterránea.

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(Foto: Especial)

La formación de Guanajuato data del siglo XVI por la riqueza que se veía venir por el descubrimiento de vetas de oro y plata que le dieron a la ciudad prestigio en todo el mundo. De hecho, en esa época había cuatro campamentos por el descubrimiento de las vetas de plata: Santa Ana, Santa Fe, Tepetapa y Santiago de Marfil. Luego vinieron las Haciendas de Pardo, Salgado, Cervera, Alonso, Duarte, Sebastián Rodríguez, San Juan de Jasso y Pastita, que estaban cerca del río. En los siglos XVI y XIX , con la llegada de gambusinos, inició el crecimiento de la ciudad y cañada y ya en el siglo XX Guanajuato se vistió de todo su esplendor minero para poder decirle al mundo su riqueza, ya no tanto de vetas de plata, si no elementos culturales que van desde acervos históricos, la Universidad, Edificios que cuentan historias, plazas, templos, calles, callejones.

La calle Subterránea se llama Miguel Hidalgo, en honor a nuestro libertador, y de ella se cuentan historias, pero también los niños que no son de aquí, a veces esperan encontrar a las Momias de Guanajuato, imaginan que salen de las paredes y se abalanzarán contra ellos. Turistas va, turistas vienen, y Guanajuato no lo  sería si no fuera por su Subterránea.

Un amigo mío me cuenta que cuando él era chico, se iban a ver las excavaciones que se hicieron en el río antes de construir la calle, me dijo que una vez, durante su construcción, hubo una inundación y que él recuerda que pasó un cadáver de un niño, así como el de perros, gatos, y animales diversos, pero el que más le impactó fue el del niño porque estaba como dormidito y con carita feliz.

Otro amigo me dice que cuando pasaba cerca del templo de San Diego veía cómo desgajaban poco a poco el templo de sus bases, que era muy triste ver que de ahí sacaban fetos enterrados, así como restos humanos diversos. Todo esto se atribuía a que ahí estaba un monasterio, eso dicen.

Pero lo que también cuentan es de los monjes que se parecen, ahí, sí, ahí precisamente en la bajada de San Diego, a un lado del Jardín Unión que ahora convoca a infinidad de personas de todo el mundo, y de diversas clases sociales. Bueno, el caso es que cuentan que se aparecen como flotando y que a veces emiten sonidos como si fueran rezando, otras veces sólo pasan y se van de largo. Igual y son las almas en pena de las personas que murieron por la inundación o por la misma construcción de la subte.

En fin, el caso es que hay muchas más historias en esta ciudad y su subterránea en la que conviven vivos y muertos, a lo mejor tú si logras ver a los difuntos o a las momias en esta calle con sus túneles mágicos. Pero no me creas, mejor ven, lee y anda Guanajuato.