Histomagia

Historias de espíritus

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Puente de Tepetapa Foto ArchivoCuentan que en Guanajuato siempre andas acompañado, porque los espíritus y almas de los que están enterrados debajo, no desean que se traspasen los límites de su muerte, es decir, de su propia tumba: la ciudad misma, por ello, en cuanto intentas ingresar a ese, su universo subterráneo, inmediatamente hacen sonar cadenas, te tocan el pelo, hacen correr un viento frío y azul, o ya desesperados, si no hay de otra, se te aparecen de manera agradable o terrorífica, según el humor que tengan. No, si acompañados estamos siempre, el chiste es acostumbrarte a esas manifestaciones y desearles que encuentren su lugar en el mundo o en su dimensión.

Esta ciudad tiene historias que también acompañan a las personas en sus tristezas, en sus añoranzas de los que ya se fueron, con la esperanza de que en donde estén se encuentren bien y la pasen de mejor manera de la que lo pasaron aquí. Pocos son los relatos que dejan el imaginario social, las costumbres y la tradición de lado. Los rituales de las personas que tienen sus propias Capillas o Altares en sus casas, independientemente de la religión que profesen, dan cuenta de ello, pues muchos relatan que sus parientes están presentes en cuanto les prenden una veladora o les ponen flores para recordarlos y, de  esta manera, ambos, en diferentes planos, seguir sintiéndose acompañados.Algunos cuentan que hay veces en que el alma de su madre se manifiesta y les deja doblada y acomodada la ropa; otros señalan que les lavan los platos, les tienden las camas o hasta los arropan por las noches Hubo alguien que me contó como su madre, a días de haber muerto, todas las noches, cuando él se iba a dormir, ella se sentaba en su cama le acariciaba el pelo y tarareaba su canción de cuna. El amor de madre atraviesa dimensiones.

Relatar historias de espíritus aparecidos que ocurren en Guanajuato es una labor enriquecedora y en verdad muy interesante. Aquí, todo es posible, desde un viaje en el tiempo hasta la aparición de fantasmas que acompañan a todos y cada uno de los que andamos la ciudad. No es raro encontrar personas que en calles o callejones solitarios encuentren almas en pena, espectros que los atemoricen, pero al invocar a sus familiares difuntos estos se aparezcan, les ayuden y los protejan de todos los males. Si de plano no tienes el talento para verlos u oírlos, entonces, los que saben, recomiendan invocar al santo de tu devoción, pero preferentemente a las Ánimas Benditas del Santo Purgatorio para que si alguien quiere hacerte daño te vea que vas “acompañado” y al ver la mayoría en número, te dejarán en paz. Otra oración que nunca falla es la de La Magnífica, te protege de todo y contra todos, es mágica, dicen.

Vivir en un lugar tan mágico tiene su recompensas y es sin duda lo que hace que podamos ser la voz de la gente de Guanajuato y hasta de las almas que, al aparecerse, muchas veces lo único que desean en que sepamos que vivieron así como nosotros, además de recordarnos que cada día la muerte vive en y con nosotros. Pero no me creas, ven, siente, lee y anda Guanajuato.