“Ducha del bebé” guanajuatense

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(Foto: Archivo)
(Foto: Archivo)

Un ‘Baby Shower’, como comúnmente se conoce, es la fiesta que se celebra por la llegada de un nuevo ser al mundo.

Se utiliza la palabra shower, ya que simboliza el “bañar” a la mamá de regalos, presentes y cariño, por la llegada de su nuevo bebé.

Aunque, también se le puede llamar ‘Fiesta para el bebé’, el termino en anglicismo en es más utilizado, en todos lados para hacer la referencia al festejo mencionado.

En Guanajuato, esta celebración se ha convertido en una tradición para las futuras mamás, en donde la fiesta, diversión y juegos, nunca puede faltar.

Un Baby Shower guanajuatense, es único en su realización, no puede faltar en él una buena decoración, acompañado de buena comida y juegos referentes a los quehaceres maternos.

Al vivir la experiencia de “un baby”, observé que, el evento, sirve como desahogo de todas las mujeres que asisten y que ya son mamás.

Las pláticas interminables de anécdotas de lo que es ser mamá, de lo que pasas en los primeros años del bebé, de que hacer o que no hacer, dar consejos e infinidad de cosas, es lo que se escuchó en todas las mesas del lugar.

También no puede faltar “la bola mágica de mamá”, ya que cada invitada que llegó, antes que saludar a la futura madre, se lanzó hacia la panza, acariciándola como si les fuera a decir su futuro.

Al paso de la fiesta, y después de una rica comida, salieron a relucir, las aptitudes extraordinarias de las expertas, en los juegos que se efectuaron. Si bien, los juegos tradicionales son el vestir a un muñeco con ropita de bebé, darle de comer a una compañera o tomar leche de un biberón (ganando quien se la beba más rápido), etcétera.

Los baby’s guanajuatenses son únicos porque siempre sorprenden. En esta ocasión, los juegos se basaron en crucigramas, sopas de letra, lotería de embarazadas, dibujar al bebé, entre muchos otros.

Y si esto no es suficiente, para expresar por qué un baby shower guanajuatense es el mejor; el día de esta celebración, ninguna mujer invitada, se rindió ante el clima y sus fuertes vientos, que azotaron aquel día, llevándose casi, la carpa del lugar.