Salamanca, Gto. 13 junio 2016.- Aunque el primer acercamiento está dado, a la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos de Norteamérica le augura un proceso largo y complejo, señaló el Tercer Secretario de la Embajada de Cuba en México, Raúl Mojena Suárez, al charlar con profesores y alumnos de la sede Salamanca de la Universidad de Guanajuato (UG).
Al hacer un análisis del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos a Cuba implementado desde 1962, calculó que éste asciende a más de 800 mil millones de dólares por año.
Esta medida es la más larga en la historia, empleando leyes, disposiciones y prácticas que le sirven de sustento, como La Ley Torricelli, la Ley Helms-Burton, La Ley de Comercio con el Enemigo (1917), la Ley de Asistencia Interior y la Ley de Administración de las Exportaciones, entre otras que en su conjunto pretendieron provocar desesperación entre la población de la isla.
El diplomático marcó la diferencia de un embargo a un bloqueo, definiendo al primero como una forma judicial de retener bienes para asegurar el cumplimiento de una obligación contraída legalmente. Por lo tanto las acciones ejercidas contra Cuba que no se enmarcan en la definición de embargo, son más bien mecanismos políticos, administrativos y represivos de un bloqueo.
Esta situación dio indicios de cambio el 17 de diciembre de 2014 cuando los presidentes de Cuba y Estados Unidos anunciaron su decisión de restablecer relaciones y se formaliza el 1° de julio del 2015.
No obstante el gobierno estadounidense ha modificado el bloqueo, todavía las medidas son insuficientes y el problema esencial que afecta a las relaciones bilaterales no ha sido resuelto, explicó el invitado. Por ejemplo, aunque la utilización del dólar fue autorizada, todavía no ocurre el uso del dólar estadounidense en transacciones internacionales.
Cabe mencionar que otras naciones como México, se han pronunciado a favor del levantamiento del bloqueo económico en contra del pueblo cubano. En octubre del año pasado, el Senado mexicano hizo un respetuoso llamado al Congreso de los Estados Unidos para que ponga fin al embargo comercial, económico y financiero en contra de Cuba y resaltó el clima favorable creado con el diálogo entre los gobiernos de esas naciones.
