Homenaje a Demián Bichir en el GIFF 2016

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Lucero Adame

Guanajuato, Gto. 28 de julio de 2016.- Llegaban actores, cineastas, funcionarios públicos e invitados especiales desfilando por la alfombra roja. Todos formales. Todos elegantes. Flashes, micrófonos, entrevistas y mucha gente tras las vallas pidiendo una foto. En las escalinatas del Teatro Juárez, a un costado de la alfombra roja, decenas de personas se formaban en una fila que parecía no acabar.

Homenaje del GIFF a Demian Bichir (Foto: Especial)
Homenaje del GIFF a Demian Bichir (Foto: Especial)

Cuando por fin habían ocupado todos sus asientos, llegó el suspenso al esperar la llegada de uno de los actores más queridos en México: Demián Bichir. Cuando finalmente entró, sólo se escucharon aplausos y vítores de un público que lo recibía con cariño.

Este año, el Guanajuato International Film Festival (GIFF), le dedicó un homenaje a este actor, reconocido por sus interpretaciones en películas como Hasta Morir (1992), Sexo, pudor y lágrimas (1999), Zapata: amor en rebeldía (2004), Che (2008) y, más recientemente, por su papel como Carlos Galindo, el jardinero en A better life (2011), actuación por la que fue nominado al Óscar en 2012.

Entre risas, Bichir cuenta que él pensó que se habían equivocado y que el homenaje tendría que ser para alguien más viejo como Bonilla -con quien protagoniza su más reciente película-, pero después se dio cuenta que ya había rebasado el medio siglo. Y a pesar de afirmar que el homenaje le parece inmerecido lo acepta porque a este Festival le tiene mucho cariño ya desde hace varios años, cuando le tocó ser jurado en el mismo.

Quise venir también -mencionó Bichir-, porque tengo tres dedicatorias especiales: quiero dedicar este tributo a todos los chavos que quieren ser cineastas, escritores, o que se quieren dedicar a las artes en general; espero que no sea necesario ir al DF para poderse desarrollar y que existan más Casas de Cultura para que puedan desarrollarse de manera amplia y libre.

También quiero dedicárselo a mi familia -continuó-, porque pienso en toda la gente que me ha formado como actor a lo largo de toda mi vida, y por supuesto que en mi casa están los culpables de que mis hermanos y yo amemos esta profesión.

Mis padres se conocieron en Torreón, estudiaron teatro y se rescataron de sus familias -ríe-, porque era una locura dedicarse al teatro. Se mudaron al DF y ahí nacimos mis hermanos y yo. Íbamos a todas las obras que presentaban y nos disfrazábamos con las pelucas, bigotes postizos, sombreros y demás. Esa es la única vida que conocemos.

Aquí hizo un paréntesis para decir “yo soy lo que soy por la gente con la que he trabajado”, haciendo un agradecimiento a todos ellos, particularmente a Héctor Bonilla, por ser cabeza de generaciones en el teatro, cine, televisión y por arriesgarse a apoyar, con dinero de su propia bolsa inclusive, a Rojo amanecer (1989), película que protagonizó Demián al lado de su hermano Bruno.

Y, por último, una dedicación muy especial -dice mientras hace una pausa y exhala aire-. Es difícil celebrar y es difícil estar contentos con tantas malas noticias por todos lados. Uno de los puntos medulares que toca 7:19 es cómo por culpa de la corrupción y la impunidad que ha estado enquistado durante generaciones murieron tantas personas. Muertes que se pudieron haber evitado. Quiero dedicar este tributo a todas las víctimas de la corrupción y la violencia que encabezan una larga lista que cada vez es más difícil recordar, particularmente a todos los padres de los 43 que siguen su lucha sin que aparentemente se les pueda escuchar, finalizó entre aplausos.

Posteriormente, Sara Hoch le entregó la Cruz de Plata, máximo reconocimiento en el GIFF y el alcalde de la capital, Édgar Castro Cerrillo, una artesanía hecha por manos guanajuatenses.

Finalmente, Demián Bichir junto con todo el elenco, presentaron el estreno mundial de 7:19, protagonizada por Bichir y Héctor Bonilla y dirigida por Jorge Michel Grau.