Así está hoy el PRI en Guanajuato
No sé cuáles son los tamaños de las respectivas dos partes, pero quedó claro que ambas midieron el músculo el sábado pasado, en ocasión de la visita del nuevo presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa, para reunirse con ‘clase política’, con militancia y con directivos de medios de comunicación con quienes, dicen, se explayó y casi, casi, se desahogó.
A Enrique Ochoa –un hombre que llegó a la presidencia del CEN del PRI respaldado y apuntalado por el ex hombre fuerte de Los Pinos y ex secretario de Hacienda Luis Videgaray- seguramente debe haberle alarmado corroborar con sus propios sentidos la información que debe haberle llegado previamente y por distintas vías sobre la situación del priismo en el estado.
O más claramente, la situación del Comité estatal del PRI en Guanajuato.
Carente de liderazgo, sesgado en su actuar, cupular, ausente no sólo de las tareas directivas con la militancia en pleno, sino también de sus obligaciones como legislador en el Congreso del Estado, Santiago García languidece y sólo es sostenido con palillos por una de las manos que mece la cuna.
(Algo le debe o de algo le sirve todavía a uno de los personajes que lo impulsó de manera determinante; todos los demás ya lo ven como apestado y han expresado un arrepentimiento rotundo).
Imposible que Ochoa no advirtiera antes y durante su visita, las dolorosas condiciones, los puntos débiles, la división, los desaires, el fuego amigo, las traiciones…pero principalmente, el tristísimo papel que, en su calidad de principal partido de oposición al gobierno panista en el estado, hace un PRI que tendría que ser el contrapeso del poder en turno.
Un PRI que está lejos, a años luz, de cumplir con dicho papel, el mismo que en su momento cumplió un panismo empeñoso, crítico y organizado en la oposición.
Cuando lo fue, porque después se le olvidó.
Y no contentos con participar en este deprimente escenario, los principales personajes del priismo que además se enfilan claramente con aspiraciones a ser el candidato a gobernador (los senadores Gerardo Sánchez y Miguel Ángel Chico Herrera, Miguel Ángel Chico Herrera y Gerardo Sánchez) llevaron porra a la gira del presidente del CEN y quisieron ‘mostrar músculo’…exhibiendo los puros huesos.
“Siento mucha tensión en el ambiente y así no se ganan elecciones”, fueron más o menos las palabras de Enrique Ochoa en uno de los eventos.
En las horas previas, los preparativos de la visita del nuevo presidente nacional del partido daban cuenta de las formas y los fondos que prevalecen en este priismo partido en dos (o más) piezas: se convocaba a los afines; se elaboraron listas previas –y listas negras-; se convocó a encerronas con el propósito de preparar la escenografía de un priismo fuerte y unido…
Nada de eso fue suficiente. Ni necesario. Con lo que se vio, seguramente Ochoa tiene claro que difícil, muy difícilmente, el PRI levantará cabeza en el 2018…si sigue como está.
Partido.
