El lunes estaba en la escuela esperando a que comenzara la Ceremonia de Honores a la bandera cuando de repente entró una visita inesperada. Era una perrita que llegó corriendo al patio haciendo que todos los niños gritáramos de alegría. Ella era cariñosa y buena. Creo que lo único que buscaba eran caricias y alguien con quien jugar.
Los maestros estuvieron mucho tiempo intentando que la perrita se saliera pero ella se resistía, corría de un lado a otro, se escondía entre los niños y no obedecía a pesar de que hasta fueron por escobas para lograr sacarla.
Cuánta soledad y ganas de compañía, debió sentir para arriesgarse a un golpe por intentar quedarse. La perrita era muy linda. Me dolió ver que estaba embarazada, porque ahora es una sola en calle intentando sobrevivir, muy pronto serán varios y es casi seguro que todos sufrirán pues nadie puede ser feliz sin un techo, sin comida, sin amor.
Me sorprende que las personas compren o acepten perros para después echarlos a la calle sin remordimiento pues para los animalitos es muy feo esto. Ellos se encariñan en seguida con quienes los tienen, pero parece que hay mucha gente que solamente los quieren para jugar y entretenerse un rato.
No sé si algún día entenderemos que un perro es más que una mascota, es tu compañero, es un amigo.
