Elena Poniatowska y la santificación del Quijote

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Guanajuato, Gto. 24 de octubre de 2016.- Para cerrar las actividades del Festival Internacional Cervantino, se contemplaba una charla de las más esperadas por el público, me refiero la reunión de los galardonados con el Premio Cervantes: Jorge Edwards, Fernando Del Paso y Elena Poniatowska.  Lamentablemente, tanto Edwards como como Del Paso, según palabras del director del FIC, Jorge Volpi, no asistieron al evento por razones médicas, dejando a palabra para Elena Poniatowska.

La escritora manifestó ideales en su participación (Foto: Archivo)
La escritora manifestó ideales en su participación (Foto: Archivo)

De manera sustancial, es posible que no haya mucho qué decir acerca del texto que la escritora presentó al público, en el que reiteraba su identificación con Sancho Panza más que con el Quijote, además de santificar en numerosas ocasiones al caballero andante. No hay mucho qué decir sobre su discurso, pero sí de las digresiones que hubo en él. Su constante descalificación hacia el gobierno en turno y hacia una de las empresas televisivas con más presencia en el país, su manera de incitar a las instancias culturales de tomar la difícil labor de promover el pensamiento crítico en la población a la que se dirigen, entre otros comentarios.

La interacción con el público, en la ronda de preguntas, fue una parte medular para el evento, pues los asistentes se mostraron emocionados por las afirmaciones de la escritora. Una de las cuestiones se enfocó en las acciones que la ciudadanía, inconforme con el gobierno, podía realizar en busca de un cambio. Poniatowska respondió que la revolución iniciaba en cada uno de nosotros, a partir de los círculos más cercanos. Otra de las preguntas giraba en torno a la actividad del fomento a la lectura en nuestros días, a esto, la escritora respondió que no había mejor forma que la heredada por los padres a sus hijos, insistió en que los peores objetos para obstaculizar el ejercicio del pensar eran la televisión y los “chingamusas” (refiriéndose a los celulares). Para finalizar, una pequeña, alumna de la escuela de escritores, hizo una pregunta peculiar, sobre cómo conseguir la fama. Importante llamada de atención para su escuela y para sus prentensiones. La escritora disertó sobre la relatividad de la fama, y sobre la importancia de dedicarse a lo que realmente se ama, sin tomar en cuenta la popularidad que conlleve.

Un último apunte sobre esta charla: la reacción del público a cada señalamiento del mal gobierno por parte de la escritora. Vítores y aplausos del auditorio. Sería interesante modificar el cuadro, y que cada ciudadano levantara alto su denuncia, antes de esperar a que alguien más lo haga por él. Guanajuato se ha convertido en un estado donde la violencia se ejerce de manera silenciosa, será necesario replantear las acciones que como colectividad nos tocan, que nos urgen antes de que nuestra sociedad naufrague.

Por: Liliana Magdaleno