Candil de la Calle

El otro Pablo Escobar

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            El otro Pablo Escobar también se hace llamar Sebastián Marroquín.

            El otro Pablo Escobar tenía 8 años cuando su padre le puso sobre la mesa todo tipo de drogas; le explicó los efectos y las consecuencias de usar cada una, y lo alertó para no consumirlas.

          hijo-de-pablo-escobar-revel-jpg_604x0  Pero el otro Pablo Escobar supo también que su padre fue el más poderoso narcotraficante del mundo en la Colombia de los años ochenta y principios de los noventa, y que en su doble rostro construía deportivos para los jóvenes con dinero obtenido por la venta de drogas a los estadunidenses.

Tenía 14 años cuando su padre murió, presuntamente cercado y capturado por fuerzas de seguridad, justo un 2 de diciembre de 1993, hace exactamente 23 años.

            El otro Pablo Escobar dice que su padre se quitó la vida para salvar a su familia.

            Cuando eso ocurrió, lo primero que quiso hacer el otro Pablo Escobar fue vengar a su padre de la manera más sanguinaria.

            Pudo haberse convertido en Pablo Escobar 2.0, según cuenta.

            Y lo pudo haber logrado, muy probablemente, gracias a los millones de dólares, propiedades, recursos humanos y materiales, pero sobre todo, gracias al hecho de llamarse así, Pablo Escobar, y conocer desde la entraña el poder del narcotráfico.

            Pero el otro Pablo Escobar lo pensó dos veces y decidió que no era ése el camino que quería seguir.

            Pensó que ya conocía tan bien esa historia, que no quería repetirla ni para él, ni para su familia, la presente y la futura.

            Entonces, el otro Pablo Escobar fue convocado por los enemigos de su padre, cabezas el cártel de Cali, quienes le perdonaron la vida a cambio de que entregara bienes y dinero que le había dejado el poderoso jefe del cártel de Medellín y nunca intentara poner un pie en el negocio de las drogas.

            Aceptó, huyó con su familia más cercana, fue traicionado por la familia paterna que lo despojó del resto de los bienes acumulados por su padre, se cambió de país, de vida y de nombre.

            El otro Pablo Escobar es arquitecto.

           2012-06-sebastian-marroquin-escobar-ph-felix-busso-33 Escribió ya dos libros en los que cuenta, quién mejor que él, la dualidad de su padre en la vida familiar y en la destrucción de vidas y complicidades con los políticos corruptos de su país, Colombia, gracias al narcotráfico y gracias a Estados Unidos.

            El otro Pablo Escobar viaja y se planta ante auditorios para contar su historia,  y habla de su padre como alguien irreprochable en esa faceta, pero a quien en vida le expresó claramente su desacuerdo y su incredulidad en que esa vida, la del negocio ilícito mundial, fuera la mejor.

            A los jóvenes les pide no idealizar ni a su padre ni al mundo del narco; no creer en la falacia aderezada con artistas y producción que ven en las series de televisión; no engancharse; no repetir su historia.

            Para el otro Pablo Escobar, el narcotráfico fue una maldición.