Histomagia

«Fue ella, fue ella…»

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El don de Paty para saber las historias de los espíritus y espectros de la noche.

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La vida en Guanajuato es muy interesante, y no me refiero a las fiestas que puedan realizar tanto estudiantes como turistas, sino al manejo de energías que la ciudad por sí misma tiene y que al parecer hace de los guanajuatenses receptores de buenas y malas vibras.

¿Recuerdan a mi amiga Paty? Paty, cuevanense de corazón, recientemente ha regresado de uno de sus tantos viajes y me ha contado lo que le sucedió esta vez que volvió a ir, por motivos de trabajo, a aquella ciudad en que una madrugada fue testigo de lo paranormal al ver en la solitaria calle la silueta del difunto novio de una vecina de su amiga, la cosa se puso peor. Ahora sigue pensando que nunca debió de haber ido a esa casa.

Resulta que cuando llegó con su amiga, todo el clúster hablaba de aquella muerte por asalto del novio de la vecina, pues hasta ese día, nadie supo el por qué había sido asaltado, sería un ajuste de cuentas o simplemente un robo como los que ocurren a diario en la ciudad. Su anfitriona le contaba entonces la tragedia en que se había convertido, desde ese lamentable hecho, la vida para su vecina, pues ella ya no se sentía feliz en su casa, escuchaba voces, sentía que un ser la acechaba, sentía cómo la seguía a donde fuera. Ante esto, Paty, confiando en su don de ver más allá que el común de las personas, se ofreció para ir a su casa y poder captar en esas energías circundantes si el espíritu del novio estaba molestándola, ella se daría cuenta inmediatamente.

Su amiga le agradeció el gesto, y esa noche, decididas a lo que fuera, se enfilaron a la casa de la vecina, tocaron a la puerta y entonces la vieron. Era una mujer totalmente distinta a la que conocían: se le veía la piel ajada, como si de pronto hubiera envejecido; tenía un temblor en el cuerpo que daba idea de tener el mal de San Vito pero no, era el cúmulo de nervios que tal situación le había hecho, llevaba días sin dormir y comentaba que pasaba la mayor parte del día desganada. La saludaron y entraron a la sala. Al instante Paty sintió una energía negativa que no le permitía ver bien: volteaba a ver a su amiga y la veía claramente, volteaba ver a la vecina y la veía borrosa, gris, sin vida. Esto la espantó, y quiso hacer caso omiso a ello. Necesitaba ver otras áreas de la casa y por ello les pide que hagan un paseo por todo el lugar. Y se da cuenta que al interior, sólo existe esa incomodidad de ver la gris figura de la vecina, pero al llegar al patio trasero no pudo más: vio aquella siniestra silueta del hombre que se escabullía entre las sombra y entraba a la casa, salía, entraba, por arriba, por abajo, era dueño del lugar. Lo más grave era que se alimentaba de la energía de la mujer, por eso el estado anímico de ella. Entonces es cuando Paty decide decirles que el espíritu de ese hombre vive en esa casa. La mujer asustadísima asegura que no, que no puede ser. Y entonces confesó que en verdad ese hombre nunca había sido su novio, que él siempre  la había acosado, que ella nunca había sentido amor por él. Para entonces el ser se acercó lentamente al oído de Paty y le susurró: “Fue ella, fue ella”, simultáneamente mi amiga repitió en voz alta lo mismo que dijo el espectro. En el colmo del horror, Paty de pronto comprendió todo: ese hombre, en ese patio, fue asesinado por la vecina, para que la dejara en paz, por eso él la seguía y acosaba desde ultratumba en venganza por haberlo matado. La vecina se queda horrorizada al escucharla y sin más las echó de la casa.

A la mañana siguiente, todos en el clúster se dan cuenta de que, durante la madrugada, la vecina abandonó su casa. Hasta la fecha, nadie sabe en dónde se encuentra. Lo que sí saben es que esa risa macabra del ser que la esperaba todas las noches, se sigue escuchando en esa casa que fue testigo de una muerte atroz.

Paty, no quiere contarme más, en verdad su Don le ha traído macabras sorpresas, ya no quiere saber nada de esto, pero su don es más grande que sus miedos. ¿Quieres conocerla? Ven, lee y anda Guanajuato.