Histomagia

Óscar

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Y es que el que vivir cerca de la Sierra de Santa Rosa impregna a Guanajuato de una conexión mágica con seres elementales, seres de la naturaleza que sabiamente nos conocen y siempre nos cuidan.

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Guanajuato es una de las mejores ciudades para vivir; las fiestas de sus tradiciones religiosas, el mosaico cultural que se crea por ser el lugar cosmopolita que es con la estancia de extranjeros, sus montañas y su clima, le dan un sabor especial.  Y es que el que vivir cerca de la Sierra de Santa Rosa impregna a Guanajuato de una conexión mágica con seres elementales, seres de la naturaleza que sabiamente nos conocen y siempre nos cuidan. Mi alumno, Óscar, me ha contado como es que vive en Valenciana, aún más cerca de la sierra, y cómo la naturaleza le ha brindado su protección en momentos difíciles y aún más cómo se lo ha hecho saber.

Me dice que una de esas veces en que salió a divertirse con tus amigos a la sierra, estuvieron hablando de miles de cosas, entre ellas de la importancia de conocer y saber más de la magia del bosque y del campo. Platicaron casi toda la noche y, poco a poco, sus amigos se fueron despidiendo, Óscar estaba embelesado con la plática y con las bebidas espirituosas, que se quedó dormido sin darse cuenta que todos sus amigos ya se habían bajado antes a Guanajuato. Pese al frío de la madrugada que en la zona boscosa baja a temperaturas de menos cero, Óscar durmió como si nada; a la mañana siguiente, al despertarse, se despereza y observa cómo es que sus cosas que, eso sí, recuerda quedaron por aquí y por allá, están acomodadas alrededor de él, como protegiéndolo de algo, sus lentes estaban perfectamente doblados y acomodados arriba de una piedra como si alguien se hubiera dado a la tarea de hacerlo con sumo cuidado. Extrañado, Óscar mira en torno a él y se queda pensando en quién podría haberlo velado toda esa noche, entonces cae en la cuenta que fueron otros amigos, esos seres que viven en la sierra. Se levantó recogió sus cosas y en voz alta dio las gracias a la natura por haberlo cuidado, y desde esa noche, sabe que nunca estaría solo.

Me cuenta que una vez más, una de esas veces en que va solo a la sierra, cómo él siempre pide permiso para entrar tomando una piedra, y dejándola en su lugar al salir. Ante este respeto mostrado, la naturaleza le ha hecho sentir cómo es que lo escucha, lo ve y lo cuida. Óscar me dice que ha sentido cómo es que las ramas de los árboles bajan y se le acercan para acariciarle el rostro o cuando cuenta lo que le sucede y lo que, ha hecho para solucionar sus problemas, a veces le dan una especie de zape como tratando de guiarlo, a su manera al buen camino. Óscar es un joven muy sensible tanto porque le gustan el arte, la literatura y la música, como por ese amor y respeto por su entorno y los seres elementales que viven en el bosque, y cree que es por eso que la naturaleza lo procura.

¿Quieres conocer a Óscar y saber qué otras aventuras ha tenido con los seres elementales? ven, lee y anda Guanajuato.