MI EXPERIENCIA EN EL AVIÓN

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No pude dejar de reflexionar en lo sabio y grandioso que es el hombre, al haber inventado un medio de transporte tan fabuloso como el avión, que a pesar de lo que en sí mismo pesa más lo que pesamos todos los que vamos en él es capaz de atravesar el cielo.

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Hace más de un mes viajé  a Acapulco en un avión. Fue la primera vez que me subí a uno, estaba muy emocionada.

Llegamos como tres horas antes al aeropuerto y entonces dijeron que el vuelo estaba retrasado y tuvimos que esperar otras dos horas ahí. Mientras lo hacíamos visitamos las tiendas, observamos a los que llegaban y a los que se iban,  y comimos en un restaurante.

Finalmente nos dejaron pasar a la sala de abordaje, me gustó mucho porque desde ahí podías ver a los aviones despegar y aterrizar. Después de un rato llegó el momento tan esperado y nos dejaron pasar al avión. Desde la ventanilla, mi mamá y yo pudimos verlo todo: como el paisaje se iba haciendo cada vez más pequeño hasta volverse un juego de geometría lleno de hormigas. Traspasamos las nubes y parecía que estábamos soñando.

Después de haber esperado casi cinco horas para abordar, nuestro viaje duró menos de una, pero aun así me gustó mucho viajar en avión y espero que pueda volver a hacerlo muchas más veces a lo largo de mi vida.

No pude dejar de reflexionar en lo sabio y grandioso que es el hombre, al haber inventado un medio de transporte tan fabuloso como el avión, que a pesar de lo que en sí mismo pesa más lo que pesamos todos los que vamos en él es capaz de atravesar el cielo. Yo creo que si los humanos usáramos nuestra inteligencia para crear cosas tan fantásticas en vez de inventar bombas y artefactos cada vez más dañinos, nuestro planeta sería un lugar feliz sin importar el rincón de él en el que nos toque vivir.