Histomagia

El Ventanal

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Las historias que aquí relato muchas de las veces son sorprendentes, y dan a conocer los diferentes medios por los que los espectros o fantasmas se manifiestan, al parecer, son infinitos…

En Guanajuato abundan las historias donde seres fantasmales están presentes, pareciera que las energías que existen y rondan nuestra existencia quieren saberse “vivos” probarse que, pese a las formas que toman siguen en este plano, aquí, con nosotros.

Mi exalumno Andrés, me cuenta que cuando él era niño le sucedió algo muy extraño, algo que hasta la fecha ni para él ni para nadie de su familia tiene explicación. Su experiencia comenzó una noche en que estaba viendo en su cuarto la TV.  Me describe el lugar y precisa que a ambos lados del aparato televisivo se ubican dos ventanas de tamaño regular, que dejan entrar el sol en esa parte de la casa. La casa es típica de Guanajuato: la cochera y la puerta principal que da a la sala, el comedor, la cocina; arriba, en el segundo piso, la recámara de su hermana; y hasta debajo de la sala, las recámaras de él y sus padres. Esa parte es la zona más oscura de la casa, así que las ventanas son una bendición pues la casa misma agradece la luz que se filtra por ellas.

Entretenido por ver su programa favorito, desde el sillón en que estaba plácidamente sentado, con el rabillo del ojo vio pasar algo, Andrés pensó que se lo había imaginado, no le dio importancia y continuó viendo su programa. No había pasado mucho tiempo, cuando ve claramente cómo es que en el vidrio de la ventana se ve una sombra negra con ojos rojos que pasa lentamente por la parte de afuera, asomándose para verlo a él. Se sorprende y piensa rápidamente en las posibilidades de que de nuevo su imaginación le haya jugado una pasada, en esas cavilaciones estaba cuando ve la sombra pasar en el vidrio del mueble contiguo que se ubicaba a la izquierda de la TV, asustado sube sus pies al sillón, como una defensa natural, y abraza sus piernas, la TV sigue encendida, el volumen baja de repente, Andrés ve de nuevo, en el vidrio del jarrón que se ubica en la mesita a su lado derecho, la sombra negra con esos ojos rojos que lo ven ahora mucho más cerca…Andrés piensa rápido y une la lógica de la situación: el ser se manifiesta en los vidrios, sólo en los vidrios, y, en ese preciso instante, en el colmo del horror, observa que junto al sillón se ubica un mueblecito con puertas de vidrio, sin pensarlo y en verdad no sabe cómo lo hizo, salta rápidamente del sillón y corre escaleras arriba a buscar a su hermana, pues esa noche sus padres no estaban, sólo ellos dos en esa casa tan grande. Al llegar hasta arriba, le cuenta a su hermana lo que estaba sucediendo, ella no le cree y le dice que se calme, y es en ese instante en que Andrés se da cuenta de su error: el cuarto de su hermana tiene un enorme ventanal, los vidrios son el medio por el que se aparece, le grita a su hermana, quien incrédula solo le dice que se calme. Aún no termina de decir la frase, la sombra, ahora más grande, aparece con sus ojos rojos enormes, ahora sí ya manifiesto con una especie de brazos como queriendo alcanzarlos, ambos gritan y corren a la sala que tiene las cortinas cerradas casi siempre, esta vez urgía que estuvieran cerradas, bajan rezando para que su mamá las haya corrido…llegan y efectivamente, las cortinas están cerradas, con el corazón saliéndoseles del pecho, se abrazan y se sientan en el sillón, junto a un enorme librero que los protegerá, lo saben, de ese ser, observan a su alrededor y ven que no hay vidrios en el lugar, ese ser fantasmal o espectro que busca los vidrios para poder mostrarse. Abrazados, entre sollozos, guardaron silencio, afuera del ventanal se escuchaba a algo que estaba afuera, levitaba, seguro, pues era el piso principal que no tiene balcón ni nada, sólo el ventanal.

Esa noche esperaron, no sabe cuánto tiempo, a sus padres, quienes, al verlos, los abrazaron y escucharon su historia. Hasta la fecha, no saben quién o qué ni mucho menos para qué se manifestó ese ser espectral, lo que sí me dice mi exalumno, es que, desde esa noche, prefiere cerrar las cortinas y tapar todo lo de vidrio del lugar en el que esté. ¿Te gustaría conocer la casa de Andrés? Ven, lee y anda Guanajuato.