Resêt

Sin el mal no existe el bien

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Como un reconocimiento a nuestro colaborador y amigo, Pablo Aguilera Villaseñor, cuyo deceso aún nos conmueve, volveremos a publicar en los días que siguen las nueve colaboraciones que escribió entre 2014 y 2015. Bajo el título genérico de Resêt, en su columna dio un repaso a cuestiones atemporales, sin embargo de interés y necesidad para una época de cambios que él percibía tan inevitables como bienvenidos, cuestiones en mucho acordes a las exigencias de la actual circunstancia. Volvemos a entrar en contacto, así, con el flanco humanista que fue tan característico de Pablo, de quien retenemos la alegría ante lo que ofrece la vida.

Publicado el 2 de marzo de 2015

Hiroshima y Nagasaki; me hizo recordar el llanto del personaje de Milla Jovovich en su película El Quinto Elemento (del visionario director Luc Besson). Como seres humanos tenemos estos polos que de alguna forma parecen equilibrar la existencia: el amor y el miedo, o quizá se pueda decir: el progreso y la devastación.

El amor siempre vence a la devastación y al miedo, siempre progresamos aun cuando podamos creer que no es así y esto lo presencié teniendo el privilegio de ser sinodal en la Tesis Doctoral de mi gran amigo, artista, filósofo, ahora Doctor, Gerardo Uribe Aguayo. Su sensibilidad y enorme espíritu demuestran la grandeza que todas y todos somos capaces de desarrollar.

Conforme pasa el tiempo y sigo aprendiendo, más estoy convencido de la belleza de nuestra especie, de nuestra inteligencia ilimitada y de nuestra gran capacidad de amar.

Cada colaboración, resêt, es un intento sostenido de ayudar a lograr ese cambio que desde perspectivas diversas, muchas personan lo expresan y otras lo demuestran. Yo lo nombré así: resêt y también “re-editarnos”. Esta re-edición la vamos logrando con el aprendizaje y con las experiencias, simplemente se trata de observarnos, introspección, desde puntos de vista alternativos; esta visión poco a poco nos ha de llevar al despliegue de la grandeza.