El Laberinto

Estar por estar

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Recuerdo que de adolescente, uno de mis pasatiempos  era visitar diferentes plazas comerciales con mi mejor amiga, nuestro objetivo no era comprar, por que difícilmente llevábamos para un helado, ni conocer algún guapo, pues con trabajos los mirábamos  o les lanzábamos una sonrisa.

En cambio, caminábamos felices, veíamos todas las tiendas aunque íbamos cada semana y terminábamos la tarde sentadas en alguna de las bancas de la plaza platicando y mirando a las personas pasar. En alguna ocasión  cambiamos el plan para ir al cine y sufrimos bastante en la espera de nuestra función ya que, fuera de la sala, no había  prácticamente ninguna actividad que hacer sin pagar, ni siquiera sentarse a ver a los otros pasar, no había nadie caminando ni ninguna banca donde esperar. Nunca volvimos, descubrirnos que nos gustaba salir sin objetivo, pasar el tiempo.

Les cuento esto porque últimamente, tal vez a causa del encierro, he estado pensando en el espacio público en lo que significa para las personas y lo que puede llegar a cambiar.

El espacio público  es aquel lugar de propiedad estatal donde cualquiera puede acceder y que más allá de los bienes de consumo que se puedan adquirir en ellos, las actividades que se pueden hacer o las funciones que cumple, ofrece una oportunidad de interacción y de intercambio de mensajes, consiguiendo el reconocimiento  entre vecinos o afines y relajando la esfera privada del hacinamiento.

El centro comercial no era un espacio público como tal,  pues estos lugares están sujeto a las reglas de los dueños, sin embargo, le dábamos un uso similar.

Me pregunto yo cómo mutará el espacio público y sospecho que, por lo menos en un principio, va a ser muy similar a la plaza donde se encontraba la sala de cine, es decir que solo va a cumplir en el sentido de cubrir necesidades y brindar servicios, sin contar con las experiencias sociales por culpa de la desaparición de los lugares para simplemente estar un tiempo y de la ya de por sí minada confianza en el otro. Las salidas se volverán entonces, espero que tan solo por un tiempo, meramente utilitarias y paranoicas.

Creo que en cuanto me sea posible voy a reanudar ese pasatiempo de estar por estar algún lugar, se siente bastante mal pensarlo perdido.