Estando en Guanajuato es imposible dejar de lado la majestuosidad de las construcciones históricas que hacen de esta ciudad colonial una  joya arquitectónica a los ojos del mundo. La riqueza que ha dado la plata y el oro sacado de las minas, así como la cuna de políticos y burócratas, han contribuido enormemente a que se sigan construyendo o remozando, según sea el caso, casas que siguen perpetuando el rostro histórico que le da identidad. Es claro que dichas residencias pertenecieron  y aún pertenecen a algunas familias adineradas que no siempre tuvieron o han tenido las mejores relaciones entre ellos.

De hecho, se cuenta que algunas de estas familias que fincaron esta ciudad, han heredado gracias a mensajes recibidos por parientes muertos, es decir, fantasmas que les hacen ver la necesidad de quedarse a perpetuidad con las propiedades en cuestión.

Un relato que realmente da escalofríos de sólo pensar hasta dónde las relaciones sociales no sólo se dan con seres humanos vivos, sino con otros que no están en este plano, es el que cuenta cómo entre dos hermanos enemistados por rencillas familiares, tuvieron que convivir para poder preservar el legado que recibieron de sus ancestros. Ambos estaban en óptimas condiciones físicas para heredar, sin embargo uno de ellos tenía un don: hablaba con los diversos personajes no vivos que se aparecían en su casa. Ellos le dijeron que debería de quedarse con la finca y que su hermano debería de irse, pues tenía una maldición hecha por una de sus antiguas sirvientas que, despechada, lo hechizó para que quedara en la ruina y que era por ello que él seguía ahí, en espera de una herencia y, por supuesto, de la casa. Es claro que la pugna por los bienes permaneció hasta la muerte de este hermano mayor, y quien heredó sigue solo en esa casa de La Presa de la Olla, solo hablando con los espíritus que lo acompañan.

La convivencia con los seres del más allá inició cuando él vio cómo un día, al amanecer, la loza de su cocina estaba perfectamente acomodada lo largo y ancho de toda la escalera principal. Nunca supo cuál de todos esos seres fue el responsable, pero a partir de ese momento esas  presencias se volvieron imprescindibles, tanto que se dejó guiar por ellos. Dicen que quizás se alió con estas fuerzas sobrenaturales y por eso murió su hermano, nunca se supo. Misterio que se suma al mosaico espectral de esta ciudad.

En Guanajuato, el material básico de estas construcciones es sin duda la cantera que le dan un aire de pueblo antiguo, conjugado con estatuas de este mismo material o de hierro, pues le dan una atmósfera espectral a la luz de la luna, como la casa de Los Leones, ahí a un ladito de La Presa de la Olla, distribuida en niveles o terrazas,  con jardines y grandes árboles. Dicen que ahí se aparece una jovencita vestida de época, que nunca habla, pero que sí sorprende al aparecer cabizbaja a las espaldas de los empleados de esta actual oficina de Gobierno.

Podría enumerar muchas fincas, haciendas, casas, etc. pero en verdad es fascinante conocer en vivo la historia de lo que constituye la fisonomía de esta colonial ciudad. Algunos relatos parecen muy fuera de esta realidad y en verdad lo son, cuentan experiencias que pocos tienen la suerte de vivirlas. Por eso, te invito una vez más, no dejes que esta vivencia extrasensorial se te escape. Ven,  lee y anda Guanajuato.