El BALCÓN DEL PALACIO. Parecería que no habría mucho problema en eso de cerrar la guardería del DIF estatal, sobre todo si los cierres se han estado registrando desde la llegada del nuevo gobierno federal con las instancias infantiles, luego de que se señaló una y otra vez que había corrupción y niños fantasmas, que por cierto y efectivamente nunca aparecieron, pero sí cerraron varias estancias infantiles.
De ahí se derivaron los recortes que ya son signo casi en todas las áreas a las que se destina, mejor dicho, destinaba el recurso federal. Seguridad, Ciencia, Educación, Cultura, etc.
El drama es que en el caso de la guardería del DIF estatal, el cierre ha traído un gran impacto a las madres de los pequeños que eran atendidos mientras ellas estaban en el trabajo. Aunque todavía no están yendo en su totalidad a causa de la pandemia, pero el tema es más complejo, porque no son solo estos recortes de personal los que vendrán en su totalidad, hay otros ajustes que se están planteando como la desaparición de las tres subsecretarías inclusive, de las cuales todos especulan, pero nadie quiere mencionar.
Mientras en el Palacio Legislativo 12 diputados preparan las maletas para aventarse el viaje de Verano a Chicago este 15 de julio y durante tres días.
IBARGÜENGOITIANAS. Siguiendo los priistas con la bonita tradición de darse con todo hasta con la cubeta y sí, recordará usted como acabó el priismo local, señalando a sus actuales dirigentes estatales Ruth Tiscareño y Alejandro Arias, por agandallar las primeras posiciones en la lista de candidatos plurinominales y aquellos sin inmutarse.
Aunque la señora delegada en funciones de presidenta es de San Luis Potosí y no de Guanajuato, los tricolores locales no lograron hacer gran cosa para removerla de la primera posición, igual que ocurrió con varios candidatos, en donde parece que el objetivo era perder hasta la camisa, quedar como animal atravesado en carretera sin dar la batalla, jugándole a perder pues, con toda la intención de asegurar solo sus posiciones.
Ya tronó la pistolita en el Comité Ejecutivo Nacional donde el exgobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, desde hace días exige la salida de Alejandro Moreno protector de personajes y candidatos que dan pena a los tricolores locales por el mal papel que hicieron en el proceso y la traición en contra de los tricolores guanajuatenses.
De hecho, ya comenzó el oleaje en varios estados donde tanto Ruiz Cárdenas como Nallely Gutiérrez Gijón, están denunciando a sus dirigentes nacionales por los malos resultados en el proceso electoral y porque pretenden evadir la mano de la justicia.
Gutiérrez estuvo en León y en Irapuato, buscando a la disidencia de priistas locales que no es menor, para desplazar a los traidores del partido que lo han dejado a medio morir, para que le den de una vez la puntilla y puedan re fundarse.
Y MIENTRAS TANTO EN LA ATENAS DE POR ACÁ. No, no es que Guanajuato sea la capital únicamente de las Momias, también lo es de las Vacas que son más influyentes que un regidor del Partido que guste y mande y bueno, son casi unas divinidades a las que todo mundo adora en la capital, sobre todo cuando está lloviendo y se te aparecen en manada en un tramo de las llamadas Curvas Peligrosas, con el síndrome de la vaca loquilla, corriendo sin rumbo y sin miedo al éxito.
¿Sabe cuántas administraciones municipales han pasado y no han podido meterlas a sus corrales, ni han logrado que sus dueños hagan frente a los destrozos que causan en jardines, cocheras y por supuesto cuando lamentablemente son atropelladas mandando a los conductores al hospital y a los vehículos al corralón con severos daños?, han pasado muchas, más de las que a las autoridades les gustaría reconocer, del PRI, del PRD, del PAN y nada.
Todavía nos acordamos cuando en la Administración de Eduardo Romero Hicks, su jefe de Policía implementó un operativo para atraparlas en la carretera Marfil, Guanajuato, a la altura de la curva que da a la desviación que va al centro de Convenciones de la capital.
Imagine la escena, 5/6 vacas y toros cercados por oficiales de Policía, uniformados, con sus armas de cargo, sus toletes y unas reatas que ya floreaban en el aire, pero que no lazaban nada, hasta que uno lo logró y creo que no lo olvidará nunca porque, le dieron una arrastrada de campeonato.
